¿Sabías que hay un truco muy sencillo y barato para proteger tu coche de los ladrones? No, se trata de alarmas de última generación ni de complejos sistemas de localización GPS. Es una solución tan ingeniosa que los ladrones, por muy preparados que estén, se quedarán con un palmo de narices. Y lo mejor de todo es que es algo tan simple que te sorprenderá incluso a ti como dueño del vehículo..
Los robos de coches, cada vez más sofisticados

Lejos quedan los tiempos en los que robar un coche era cuestión de hacer un puente con un par de cables. Hoy en día, los ladrones son auténticos expertos en tecnología. Con la llegada de los sistemas de arranque sin llave y la electrónica cada vez más presente en los vehículos, los métodos de robo se han vuelto mucho más sofisticados. Ya no necesitan forzar la cerradura de la puerta; les basta con un pequeño dispositivo electrónico para hacerse con el control de tu coche en cuestión de segundos.
Seguramente habrás oído hablar del puerto OBD de tu coche, ese pequeño conector que suelen utilizar en el taller para conectar el vehículo a una máquina de diagnosis y detectar posibles averías. Lo que puede que no sepas es que ese mismo puerto se ha convertido en la herramienta favorita de los ladrones. A través de él, pueden acceder a la centralita de tu coche, reprogramar una llave nueva y llevárselo sin hacer el más mínimo ruido en menos de un minuto.
El truco definitivo para proteger tu coche

La buena noticia es que hay una solución, y es tan sencilla que parece mentira: instalar un señuelo. La idea es esconder el puerto OBD original de tu coche en un lugar seguro y poner en su sitio uno falso, que no esté conectado a nada. De esta manera, cuando el ladrón intente conectar su dispositivo, se encontrará con un puerto inútil y no podrá acceder a la centralita del vehículo.
El procedimiento es muy simple. Lo primero que tienes que hacer es localizar el puerto OBD de tu coche, que suele estar debajo del volante, cerca de la caja de fusibles. Una vez que lo has encontrado, solo tienes que desconectarlo y guardarlo en un lugar seguro y poco accesible, como el interior del salpicadero o debajo de la moqueta. En su lugar, colocas un conector OBD falso, que puedes comprar por muy poco dinero en cualquier tienda de recambios o por internet.
La principal ventaja de este método es su sencillez y su bajo coste. No necesitas tener grandes conocimientos de mecánica para llevarlo a cabo, y la inversión es mínima. Además, es un sistema muy eficaz. Los ladrones suelen actuar con prisas y, si se encuentran con un obstáculo inesperado como este, lo más probable es que desistan y busquen un objetivo más fácil. Piensa que cada segundo que pasan intentando robar tu coche aumenta el riesgo de que los pillen.
Otros consejos para evitar el robo de tu coche

Aunque el truco del puerto OBD falso es muy efectivo, nunca está de más tomar algunas precauciones adicionales para proteger tu vehículo. Aquí te dejamos algunos consejos que te serán de gran utilidad:
Lo primero, nunca dejes objetos a la vista. Un bolso, un teléfono móvil o un ordenador portátil son un reclamo para ladrones. Si no te queda más remedio que dejar algo de valor en el coche, guárdalo en el maletero o en la guantera.
Siempre que puedas, aparca tu coche en un garaje o en un aparcamiento vigilado. Si tienes que dejarlo en la calle, elige zonas bien iluminadas y transitadas. Evita los callejones oscuros y los lugares apartados.
Aunque el truco del puerto OBD falso es muy eficaz, no está de más combinarlo con otros sistemas de seguridad. Una barra antirrobo para el volante, por ejemplo, es un elemento disuasorio muy visible que puede hacer que los ladrones se lo piensen dos veces. También puedes instalar un localizador GPS para tener tu coche controlado en todo momento.
En definitiva, proteger tu coche de los ladrones no tiene por qué ser caro ni complicado. Con un poco de ingenio y aplicando algunos de los consejos que te hemos dado, puedes ponérselo muy difícil a los amigos de lo ajeno. Recuerda que la prevención es la mejor herramienta para evitar un disgusto.