Con la llegada de abril, arranca la campaña de la Renta 2025 y, como cada año, muchos autónomos y empresas empiezan a revisar con lupa las oportunidades fiscales disponibles. Una de las grandes olvidadas, pero con enorme potencial para reducir la factura con Hacienda, es el uso del coche en la actividad profesional.
Pero no sirve cualquier uso ni cualquier coche. La Agencia Tributaria permite deducir muchos de los costes relacionados con el uso laboral del vehículo siempre que hablemos de renting, una modalidad que además de flexibilidad total permite desgravar mucho más de lo que imaginas. ¿Quieres saber cómo? Aquí te explicamos el truco.
3Menos impuestos, más ahorro en tu bolsillo
Además del IVA, las cuotas mensuales del renting se pueden deducir íntegramente como gasto en el IRPF (si eres autónomo) o en el Impuesto de Sociedades (si operas como empresa). Esto implica una reducción directa en tu base imponible, lo que puede traducirse en una factura fiscal mucho más ligera a final de año.
Y aquí no hablamos solo de las cuotas del renting en sí. Muchos contratos incluyen también servicios como el mantenimiento, el seguro o la asistencia en carretera, que igualmente pueden deducirse como parte del gasto profesional. Todo suma, y todo ayuda a rebajar tu carga fiscal.