En España, la problemática de los vehículos registrados a nombre de personas fallecidas persiste, planteando desafíos tanto para la Dirección General de Tráfico (DGT) como para los herederos y la comunidad en general.
Este artículo explora las complejidades jurídicas y administrativas que rodean a esta situación, destacando las posibles multas y consecuencias legales que pueden enfrentar quienes no resuelven adecuadamente esta cuestión.
5Opciones para regularizar la situación
Los herederos tienen la opción de regularizar la situación transfiriendo el vehículo a su nombre, un proceso que implica el pago de impuestos y la actualización de los registros. También pueden optar por dar de baja definitiva el vehículo, presentando la documentación necesaria en la Jefatura de Tráfico, lo cual implica la renuncia a la posesión del vehículo.