La tecnología avanza a pasos agigantados y la Dirección General de Tráfico (DGT) no se queda atrás. A fin de mejorar la seguridad en las carreteras españolas, ha empezado a utilizar una innovación basada en el Internet de las Cosas (IoT). No se trata de nuevos radares ni de controles de velocidad, sino de conos conectados.
Además de advertir sobre la ubicación de las zonas de trabajo en la carretera, estos dispositivos mejoran la gestión de las obras, optimizan los recursos y reducen el riesgo de accidentes, tanto para los conductores como para los trabajadores de la vía. Pero, ¿como funcionan exactamente? En este artículo, analizamos en detalle esta tecnología de vanguardia.
3Una tecnología autónoma e inteligente
Lo más sorprendente de estos dispositivos IoT de la DGT es su capacidad para operar sin intervención humana. Si se produce un imprevisto en la carretera que requiera señalización inmediata, los conos conectados pueden activarse de manera automática y alertar a los conductores en tiempo real.
Este sistema es especialmente útil en situaciones en que no hay operarios en el lugar, como ante daños inesperados en la vía o cortes de tráfico que deben gestionarse rápidamente para evitar accidentes. Además, gracias a su conexión con otros sistemas IoT, los conos pueden interactuar con otras tecnologías viales, como semáforos inteligentes o sensores de tráfico.