En Madrid, los coches eléctricos están marcando el rumbo del futuro en el sector del taxi. Entre los 16.000 taxis que circulan por la capital, unos 500 ya son Teslas. Aunque representan apenas un 3,1 % del total, la satisfacción de estos pioneros sugiere que la revolución eléctrica está en marcha. Y no es solo una cuestión de ecología: la economía manda, y aquí es donde Tesla tiene mucho que decir.
3Incentivos que impulsan el cambio

El precio inicial de un Tesla puede parecer elevado, pero las ayudas públicas alivian considerablemente la inversión. Con planes como el MOVES, los taxistas pueden recibir hasta 10.000 euros en beneficios: 7.000 euros si achatarran un vehículo antiguo y otros 3.000 euros en deducciones del IRPF.
Incluso las instalaciones de los cargadores tienen subvenciones del 70 %, lo que facilita la transición al modelo eléctrico. Aunque estas ayudas tienen sus limitaciones (algunas son incompatibles entre sí o tardan más en llegar), el atractivo económico es innegable.