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viernes, 27 junio 2025

Cuando los taxis autónomos se convierten en la mofa de los grafiteros

En un reciente video que ha circulado por las redes sociales, un taxi autónomo ha protagonizado una escena digna de película surrealista. Mientras se desplazaba tranquilamente por una calle, el vehículo detecta a un peatón y se detiene, como cualquier coche autónomo debería hacerlo. Sin embargo, lo que sucedió a continuación sorprendió a todos los espectadores, y más aún a la persona que se encontraba dentro del taxi, junto a su perro.

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Un extraño, que parecía haber estado esperando este preciso momento, decidió utilizar el coche como su lienzo personal, comenzando a grafitearlo desde el capó hasta las ventanas. La víctima, sentada en el asiento del acompañante junto a su perro, no tuvo más remedio que observar incrédulo cómo su transporte se transformaba en una obra de arte callejera.

El video del taxi autónomo siendo vandalizado

YouTube video

Este incidente ha abierto un debate no solo sobre la seguridad de los vehículos autónomos, sino también sobre el nivel de control que realmente tienen en situaciones inesperadas. Aunque estos coches están diseñados para detenerse ante cualquier obstáculo o persona en su camino, este ejemplo revela una vulnerabilidad que pocos habrían previsto: la incapacidad de responder ante conductas humanas antisociales.

Los taxis autónomos han sido promocionados como el futuro de la movilidad urbana. Prometen eficiencia, seguridad y una experiencia sin estrés para los pasajeros. Sin embargo, situaciones como la que se vio en este video ponen en duda si estamos realmente preparados para un entorno sin conductores humanos. En un escenario con un conductor de carne y hueso, es probable que el grafitero hubiera sido confrontado de inmediato o, al menos, el coche habría sido retirado rápidamente de la escena.

El mal momento que vivió el pasajero

El mal momento que vivió el pasajero

La escena, ocurrida en Estados Unidos, se vuelve aún más extraña cuando se considera el papel de la persona dentro del taxi. ¿Qué hacer cuando el vehículo en el que confías para llevarte a casa se convierte, de repente, en el objetivo de un ataque? En este caso, la presencia del pasajero y su perro no fue suficiente para disuadir al grafitero, quien, aparentemente sin prisa, completó su obra sin ser molestado. Esto plantea serias preguntas sobre la seguridad de los pasajeros en un mundo donde la tecnología aún no ha alcanzado la capacidad de protegernos de las acciones irracionales de otros.

La reacción en redes sociales ha sido de una mezcla entre asombro y humor. Algunos usuarios se han burlado de la situación, diciendo que los taxis autónomos no solo están revolucionando el transporte, sino también el arte callejero. Otros han señalado que este tipo de incidentes podría ser una advertencia temprana de los desafíos que enfrentaremos si dependemos exclusivamente de la inteligencia artificial en nuestras ciudades.

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