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sábado, 2 agosto 2025

Tata compra Iveco para crear un gigante mundial de vehículos comerciales

La multinacional india Tata Motors ha anunciado la adquisición de la italiana Iveco Group por aproximadamente 3.800 millones de euros, en una operación que creará uno de los principales actores mundiales en el sector de vehículos comerciales. La operación se cerrará en el primer semestre de 2026, y unirá dos empresas complementarias con ventas anuales superiores a 540.000 unidades. 

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La oferta pública de adquisición, valorada en 14,1 euros por acción, ha recibido el respaldo unánime del consejo de administración de Iveco Group y cuenta con el compromiso irrevocable de Exor, principal accionista de la compañía italiana, con un 27 % de participación.

La fusión reunirá dos negocios altamente complementarios sin solapamientos significativos en su presencia industrial y geográfica. El grupo resultante tendrá ingresos combinados de aproximadamente 22.000 millones de euros, distribuidos entre Europa (50 %), India (35 %) y América (15 %).

“Este es el siguiente paso lógico tras la escisión del negocio de vehículos comerciales de Tata Motors y permitirá al grupo combinado competir a escala verdaderamente global con dos mercados estratégicos en la India y Europa. Los negocios complementarios y el mayor alcance del grupo combinado mejorarán nuestra capacidad para invertir con audacia. Espero que se obtengan las autorizaciones necesarias y que la operación se concluya en los próximos meses”, declaró Natarajan Chandrasekaran, presidente de Tata Motors.

Por su parte, Suzanne Heywood, presidenta de Iveco Group, destacó que “estamos orgullosos de anunciar esta combinación estratégicamente significativa, que une dos negocios con una visión compartida de la movilidad sostenible. Además, las perspectivas reforzadas de la nueva combinación son muy positivas en términos de seguridad del empleo y presencia industrial de Iveco Group en su conjunto”.

2025 Tata Ace Pro. Imagen portada.
Vehículo comercial ligero bi-fuel de Tata. Foto: Tata.

La hoja de ruta de la compra de Iveco por parte de Tata

La operación está condicionada a varios factores clave: Por una parte, ha de procederse a la separación previa del negocio de defensa de Iveco Group. Además, la operación debe obtener las autorizaciones regulatorias necesarias. Finalmente, el nivel mínimo de aceptación por parte de los accionistas ha de ser del 95 %, si bien puede reducirse al 80 % bajo ciertas condiciones.

Se espera que la venta del negocio de defensa se complete en el primer trimestre de 2026, mientras que la adquisición total se cerrará en el segundo trimestre de 2026. Como parte del proceso, los accionistas de Iveco recibirán un dividendo extraordinario estimado entre 5,5 y 6,0 euros por acción procedente de la venta de la división de defensa.

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Tata Motors se ha comprometido a mantener la sede de Iveco Group en Turín y ha garantizado que no habrá reestructuraciones significativas ni cierres de plantas durante los dos años posteriores al cierre de la operación. La empresa india también respetará los derechos laborales existentes y no prevé reducciones de plantilla como consecuencia directa de la fusión.

“Esta asociación no solo mejora nuestra capacidad para satisfacer las diversas necesidades de movilidad en todos los mercados, sino que también refuerza nuestro compromiso de ofrecer soluciones de transporte sostenibles que estén en consonancia con las megatendencias mundiales. Juntos, estamos dando forma a una empresa resiliente y ágil, equipada para liderar en tiempos de cambios transformadores”, explicó Girish Wagh, director ejecutivo de Tata Motors.

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La nueva entidad estará mejor posicionada para invertir en soluciones de movilidad innovadoras y sostenibles, aprovechando las redes de proveedores de ambas empresas para dar servicio a clientes de todo el mundo. La combinación permitirá distribuir las inversiones de capital en volúmenes más grandes, generando importantes eficiencias operativas.

Una vez completada la adquisición de Iveco por parte de Tata, se prevé que Iveco Group sea excluida de cotización en Euronext Milán, aunque mantendrá su estructura operativa independiente bajo la supervisión de su propio consejo de administración.

Y ¿qué pasará ahora con Pegaso? 

Durante estos días, numerosos mensajes en redes sociales han interpretado esta fusión como un duro golpe para la marca española Pegaso, que pasará de estar en manos italianas a ser un activo más de la india Tata. Pero lo cierto es que Pegaso, en la actualidad, era ya una marca durmiente, y pocos cambios son previsibles en este aspecto.

Y es que Pegaso es una de las marcas emblemáticas de la industria automotriz española. Fue fundada en 1946 por la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), bajo la dirección del ingeniero Wifredo Ricart, utilizando la infraestructura de Hispano-Suiza, nacionalizada por el Instituto Nacional de Industria (INI). Su nombre, inspirado en el caballo alado de la mitología griega, simbolizaba potencia y ligereza.

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El logotipo de Pegaso, que pasará a ser propiedad de Tata, en un deportivo Z-102. Foto: Broad Arrow.

Desde sus inicios, Pegaso destacó en la fabricación de camiones, autobuses, tractores y vehículos militares, aunque también produjo los icónicos deportivos Z-102 y Z-103 entre 1951 y 1957, con solo 86 unidades fabricadas. Entre los hitos de Pegaso se encuentran el Pegaso I (1946), basado en el Hispano-Suiza 66G, el Pegaso II “Mofletes” (1947), el Z-207 “Barajas” (1955) con motor diésel de inyección directa, y el Comet (1960), un camión económico y probado globalmente que fue crucial para la expansión del transporte por carretera en España.

En las décadas siguientes, Pegaso consolidó su posición como líder europeo en vehículos industriales, exportando a mercados como Benelux, Venezuela, Cuba y Egipto, donde logró un contrato para suministrar 10.000 camiones 4×4 en los años 70. Otros modelos destacados incluyen el Z-403 Monocasco (1951), un autobús innovador sin chasis independiente, la gama 1080 de cabina cuadrada (1972) con motor de 352 CV, el más potente de Europa, y el Troner (1987), el último modelo de la marca.

A pesar de su éxito comercial, la gestión deficiente y la competencia internacional generaron pérdidas, llevando a la venta de ENASA a Iveco en 1990 por 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros) tras el veto de la Comisión Europea a una oferta de MAN y Daimler-Benz. La producción de Pegaso continuó bajo Iveco hasta 1995, y su legado perdura en la fábrica de Madrid, frente al aeropuerto de Barajas, y en la memoria de los “Pegasistas”.

A pesar de que ocasionalmente se han lanzado ediciones conmemorativas de camiones Iveco coincidiendo con diferentes aniversarios de Pegaso que han vuelto a colocar esporádicamente el logotipo del caballo alado en las cabinas de los camiones italianos, lo cierto es que la marca española lleva treinta años sin actividad y no es previsible que el nuevo propietario tenga planes para resucitarla. Así que, por mucho ruido que algunos generen con el cambio de manos de este activo inmaterial, poco va a cambiar en la situación de la durmiente Pegaso. 

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