Las estaciones de ‘entretiempo’, es decir, cuando pasamos del calor al frío y a la inversa, son más peligrosas de lo que parece para nuestro coche. Aunque las temperaturas no sean tan intensas como en verano o invierno, también podemos terminar en el taller y con una factura de hasta 3.000 euros.
Hay averías que se pueden evitar con un buen mantenimiento, incluso con una buena limpieza después del verano, pero hay otras que se producen por el desgaste natural de las piezas. Lógicamente, si pasas por el taller cuando toca y sigues el calendario de revisiones, puedes anticiparte a algunos fallos mecánicos. Pero hoy te vamos a hablar de 5 averías muy habituales en otoño, según los talleres especializados, y que en su mayoría son silenciosas.
4Ojo con los discos y pastillas de frenos

Los frenos tampoco se libran. La humedad hace que los discos se oxiden fácilmente, las pastillas se cristalicen y, en consecuencia, que pierdan eficacia. Lo reconocerás por las vibraciones al frenar, un tacto ‘esponjoso’ o ruidos metálicos.
Tener que pasar por el taller para cambiar discos y pastillas en las cuatro ruedas puede superar los 1.000 euros, sobre todo si ya aprovechas para cambiar el líquido de frenos y revisar pinzas o latiguillos. Aunque muchos conductores intenten alargar su vida útil, tienes que tener en cuenta que un sistema de frenos en mal estado multiplica el riesgo de accidente con el asfalto mojado.