En España, la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es un trámite obligatorio que todos los conductores conocen y que deben pasar en los plazos marcados. Sin embargo, lo que muchos ignoran es que la autoridad también puede someter a los vehículos a una inspección en carretera, inesperada y sin previo aviso, que se realiza de manera aleatoria en plena vía pública.
Estas revisiones, que ya se llevan a cabo en otros países de la Unión Europea, han cobrado protagonismo en los últimos meses en España gracias al refuerzo de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha incrementado el número de controles a camiones, autobuses y también a turismos. El objetivo es claro: garantizar que los vehículos que circulan lo hacen en condiciones seguras y respetuosas con el medio ambiente.
6Qué puedes hacer para evitar sorpresas

La mejor defensa frente a una inspección en carretera es sencilla: llevar siempre tu coche al día en materia de mantenimiento. Cumplir con las revisiones periódicas, comprobar el estado de los neumáticos, asegurarse de que las luces funcionan correctamente y tener la ITV en vigor son medidas que no solo evitan sanciones, sino que también salvan vidas.
En caso de ser parado, lo recomendable es colaborar con los agentes y atender las indicaciones del personal de la unidad móvil. El proceso, aunque pueda parecer engorroso, suele ser rápido si el vehículo está en buen estado.