Del anterior Smart Fortwo Cabrio, lanzado en 2000, se vendieron nada menos que 220.000 unidades, una cifra que mantuvo siempre al diminuto descapotable de la marca de Daimler entre los cinco 'sin techo' más vendidos a nivel europeo. De ahí la importancia de esta variante ahora presentada, que completa una gama actualizada a finales de 2014 con los nuevos Fortwo y Forfour. Ellos han sido los artífices de que Smart haya vendido el pasado año 120.000 coches en todo el mundo, lo que supone un 33% de aumento frente al ejercicio anterior; y el crecimiento en Europa todavía fue mayor: un 72,5%. De hecho, si hay que destacar un mercado podemos hablar de España, que ya es el séptimo país del mundo donde más Smart se matriculan (4.976 el pasado año), correspondiendo un 46% de las ventas al Forfour y un 54% al Fortwo, cuya participación en la 'tarta' crecerá con la llegada de este Fortwo Cabrio que acabamos de conducir por el centro de Valencia y los alrededores de la ciudad levantina.
Mantiene las pequeñas dimensiones (2,69 metros de longitud) y la impresionante agilidad (el diámetro de giro es de sólo 6,95 metros) de su 'hermano' cerrado, pero los ingenieros han trabajado de mitad hacia arriba para convertir el Smart Fortwo Cabrio en un verdadero '3 en 1'. Y es que podremos circular con la capota puesta, con la capota téxtil retirada (tiene un grosor de 20 milímetros y se acciona eléctricamente en sólo 12 segundos a cualquier velocidad) o sin los marcos laterales superiores que unen el pilar delantero del parabrisas (aquí reforzado, al igual que muchas zonas del suelo, para mantener la rigidez de carrocería) con el montante trasero, cuya forma es más 'deportiva' que en el Fortwo normal. Y quitar esos marcos es tarea sencilla: basta con pulsar un botoncito que los suelta de su anclaje del pilar trasero. Además, podemos guardarlos en pocos segundos en un espacio específico reservado en la tapa del maletero, aunque en ese caso la tapa penetrará unos centímetros más en la zona de carga, reduciendo ligeramente un área de carga que tampoco es enorme. Pero sí suficiente para el equipaje normal de un fin de semana para dos personas.
Con nuevos motores de tres cilindros
En cuanto a la conducción, los 90 caballos del motor tricilíndrico de gasolina turboalimentado mueven muy bien al coche, sobre todo con la complicidad de la transmisión automática Twinamic de seis marchas, de funcionamiento suave y bastante rápido. Nada que ver, desde luego, con el viejo cambio 'automatico' de los primeros Smart. Si acaso, llama la atención la vibración en parado que transmite el motor al interior, aunque normalmente no la notaremos porque el sistema Stop-Start apaga la mecánica al detenernos si pisamos el freno con cierta fuerza.
Personalización a la máxima potencia
El cliente podrá elegir entre dos colores de capota (roja y negra) y un gran número de colores de carrocería con los que las combinaciones de diseño exterior pasan de cien. Además, hay disponibles tres líneas de equipamiento (Passion, Prime y Proxy) y un acabado especialmente deportivo denominado Brabus Tailor Made, que no es realmente la versión dinámica Brabus, prevista para finales de año. Y la gama habrá crecido antes con la llegada del motor 1.0 sin turbo de 71 CV (también de origen Renault y tricilíndrico), y de las versiones con el cambio manual de cinco marchas, de modo que los precios arrancarán en 15.500 euros. Y el motor de 90 CV probado, más recomendable si pensamos salir a carretera de vez en cuando, eleva esa factura en 1.350 euros.
En cuanto a la diferencia entre un Fortwo normal, de carrocería cerrada, y el nuevo Fortwo Cabrio, ésta es de unos 3.450 euros. No es poco dinero, pero esa inversión extra nos da acceso al descapotable más asequible del mercado y, sobre todo, a un modelo en el que la ciudad parece un entorno menos hostil y más simpático. Al menos con los 20 grados de temperatura y el sol radiante con que Valencia nos recibía en este primaveral mes de enero.