Hablar de Smart es hablar de vehículo urbano. Y qué mejor sistema de propulsión que uno eléctrico para circular por la ciudad, por su respeto medioambiental o por su agrado de marcha. Por esta razón, ahora se lanza la nueva generación de Smart Electric Drive, que por primera vez desde su estreno en 2007 se ofrece con carrocería ForFour.
Ya que la actual familia Smart comparte plataforma -unos, los ForTwo, con 1.873 milímetros de batalla, y otro, el ForFour, con 2.494-, desde ahora también comparten mecánica eléctrica, compuesta por un motor situado sobre el eje trasero y un conjunto de baterías de ión-litio desarrolladas por Accumotive con 17,6 kWh de capacidad. Pesan 160 kilos, ofrecen una garantía de 8 años ó 100.000 kilómetros y necesitan 6 horas para recargar el 80 por ciento en un enchufe doméstico con 12 amperios. Si es de 20 amperios el tiempo ya se reduce a 3,5 horas, y también se ofrecerá como opción un cargador rápido trifásico de 22 kW que nos permitirá recargar suficiente energía para recorrer 128 kilómetros ?el 80 por ciento de sus 160 kilómetros de autonomía? en 45 minutos.
Mientras está 'enchufado' podemos programar con nuestro smartphone la climatización, cuándo queremos activar la recarga y muchas más funciones, pues la conectividad con nuestro Smart ED será total y también se podrá hacer desde un PC.
Suave y silencioso
Los Smart ForTwo ED son la opción ideal para desenvolverse por la ciudad gracias a sus 2,69 metros de largo o a un diámetro de giro de 6,95 metros. Su nueva mecánica no resta centímetros dentro y sigue presentando dos cómodas plazas y un maletero coherente para su tamaño.
Como todo eléctrico, presume de suavidad y de silencio, y es más agradable que los ForTwo equipados con mecánica de gasolina. La información referente a su nuevo propulsor eléctrico siempre está presente, y en cuestión de minutos nos habituamos a él. El empuje desde cero es notable, pues su par máximo está presente desde que lo ponemos en marcha, mientras que sus 81 CV de potencia le permiten ganar velocidad con mucha soltura. Y eso que pesan unos 145 kilos más que con mecánica de combustión. Además, alcanzan los 130 km/h -su velocidad punta está limitada- con mucha facilidad.
Su mayor peso hace que da recurrir a unas suspensiones todavía más firme, lo que resta confort sobre asfalto roto o con los habituales ?guardias tumbados? tan presentes en muchas ciudades.
Cuenta con un modo ECO que adapta la climatización -no tiene un funcionamiento muy conseguido que digamos- y también activa la regeneración de energía en deceleraciones, pues en modo Normal no retiene cuando levantamos el pie del acelerador, haciendo su conducción equiparable a la de un Smart con motor de combustión. También ayuda un buen tacto del pedal de freno, en vez del habitual tacto 'de botón? que presentan otros eléctricos.
Autonomía interesante
Nuestra unidad estaba cargada a tope y anunciaba 173 kilómetros de autonomía en modo ECO, que se reducían a 158 en Normal. Y activando la climatización bajaba hasta los 142 kilómetros. No está nada mal, pero nos recuerda que los vehículos eléctricos están supeditados al estilo de conducción o a sistemas consumidores como radio, climatizador, luces…
Es sencillo conseguir esa autonomía a poco que nos lo propongamos, pero también será fácil reducirla a la mitad si no somos cuidadosos con el acelerador.
Todo lo explicado se puede trasladar a los Smart Cabrio ED, que apuestan por una funcional capota de lona eléctrica, y a los Smart ForFour ED, que debido a su mayor peso presentan una menor autonomía. Y eso que su dinámica o su tamaño nos invitan a alejarnos de la ciudad sin miedo.
El ForFour ED ofrece cuatro cómodas plazas, pero el maletero resulta algo justo. Su mayor distancia entre ejes le proporciona más aplomo, y no va tan rígido de suspensión como los ForTwo.