En la larga historia de Škoda, plagada de automóviles prácticos y funcionales, pocos modelos han logrado atraer más que el Felicia Fun, un peculiar pick-up, producido entre 1995 y 2001, que representó una de las propuestas más audaces y divertidas de la marca checa, y ahora cobra nueva vida gracias a la visión del diseñador francés Julien Petitseigneur.
Esta versión, lanzada en marzo de 1995, el Škoda Felicia Fun debutó con una llamativa pintura amarilla que, combinada con su nombre, dejaba claro lo que Škoda tenía en mente: un pequeño y robusto compañero que también podía ser divertido para las actividades de ocio.
El éxito no vino por el volumen, ya que solo se produjeron 4.216 unidades, pero el Felicia Fun fue un perfecto vehículo de estilo de vida dirigido a clientes más jóvenes. Su característica más innovadora era la pared trasera deslizante detrás de los asientos delanteros que, al moverse hacia atrás, creaba espacio para un par de asientos traseros, transformándolo de un pick-up de dos plazas a uno de cuatro.
Original y divertido, además de versátil
Entre las características que lo convertían en un coche único, destacaba su versatilidad 2+2 que le permitiía transportar tablas de surf pero también tenía capacidad para 2+2 ocupantes con asientos desplegables en la parte trasera. Además, protegía a los pasajeros con una cubierta tipo toldo. Además disponía de un acabado de alta calidad, rematado en cuero. En cuanto a sus motores, contaba ya con tecnología de Volkswagen y se ofrecía con motores de gasolina de 1.3 o 1.6 litros, o el famoso motor diésel de 1.9 litros del consorcio alemán.
Ahora, dentro de la serie «Icons Get a Makeover» (Los iconos se renuevan) que Škoda ha puesto en marcha en este 130 aniversario de la firma, el diseñador francés Julien Petitseigneur ha reimaginado este icónico vehículo aplicando el lenguaje de diseño «Modern Solid» de la marca checa.
«El automóvil original era pura diversión. No se tomaba en serio a sí mismo y destacaba, incluso para los estándares de Škoda. Para realizar sobre él un proyecto paralelo desenfadado en mi tiempo libre, era una elección obvia», explica el diseñador francés. «Incluso me sumergí tanto que empecé a pensar en comprar el original», añade.,
Petitseigneur reinterpretó el modelo utilizando el lenguaje de diseño «Modern Solid» de Škoda, otorgándole un aspecto absollutamente renovado y moderno, aunque también manteniéndose fiel a sus raíces de los años 90.
El Felicia Fun formaba parte de una tradición de vehículos experimentales de Škoda, siguiendo conceptos anteriores como el Favorit 781 Tremp y el Favorit Fun. A diferencia de sus predecesores, sin embargo, llevó la idea del «Škoda playero» hasta la producción en serie. El resultado fue un automóvil de culto: uno de los coches de producción más poco convencionales que la firma checa haya construido jamás.
El Felicia, uno de los grandes éxitos de la marca
Sin duda es el modelo más recordado de la familia Felicia, aunque este compacto es recordado en la firma por su gran éxito. Cuando el último Felicia salió de la línea de producción en junio de 2001, el número total de unidades producidas alcanzó nada menos que 1.401.489 coches. La familia Felicia, que incluía versiones sedán, familiar y pick-up, representó un momento crucial para Škoda y la ayudó a consolidarse dentro del Grupo Volkswagen.
La reinterpretación de Petitseigneur del Felicia Fun no representa que vaya a haber un futuro Škoda, con estas características; simplemente forma parte de un ejercicio creativo que rinde homenaje a los modelos legendarios de la historia de la marca. Y recuerda que en una industria cada vez más homogeneizada, proyectos como el Felicia Fun original demuestran la valentía de una marca de crear algo diferente.
Este trabajo de reimaginación de Petitseigneur demuestra, también, que a veces, los mejores diseños nacen cuando los creativos se permiten divertirse, exactamente como hizo la marca checa hace casi 30 años con su pequeño pick-up amarillo que se atrevió a ser diferente.
Imágenes Škoda Felicia Fun concept
Fotos: Škoda
