Hay coches que marcan una época por su diseño, otros por su fiabilidad y otros directamente porque han formado parte de nuestra cultura popular. En España, por ejemplo, no nos faltan ejemplos de vehículos que han dado el salto a canciones que hemos cantado a todo pulmón. No son superdeportivos ni berlinas de lujo, sino todo lo contrario, pero estos utilitarios bastante modestos han acompañado a millones de conductores por algunas etapas de su vida.
Un coche puede ser muchas cosas: una herramienta de trabajo, un compañero de viajes y hasta nuestro pequeño refugio. Pero no todos están hechos para convertirse en canción. Y cuando eso ocurre, todos sabemos que estamos ante un icono que va a marcar a varias generaciones.
Es el caso del Simca 100, convertido en protagonista de una de las letras más irreverentes de los años 80, o el Seat Panda, al que Estopa le hizo un hueco hace más de 25 años y hoy es un temazo que no puede faltar en las fiestas de pueblo.
El Simca 1000 y el humor de Los Inhumanos

El Simca 1000 nació en los años 60 como una respuesta a la necesidad de un coche pequeño, asequible y con espacio suficiente para una familia media. Con motor trasero, líneas cuadradas y un interior tan sencillo como incómodo, fue un habitual en las calles españolas. De hecho, en España se vendieron más de 200.000 unidades, y a pesar de que nunca fue un prodigio de diseño ni de prestaciones, sí que cumplió con creces su cometido.
Pero esta ‘inmortalidad’ no llegó por la fiabilidad ni por la ficha técnica, sino que lo hizo por una canción. En los años 80, el grupo valenciano Los Inhumanos lanzó la canción Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000 con un estilo gamberro y un humor que conectaba con la España de aquella época. La letra convirtió las limitaciones de aquel coche en un sentimiento colectivo que cualquiera que hubiera viajado en un Simca entendía perfectamente.
El país empezó a dejar atrás una época de rigidez con un toque de humor y también un coche popular. De hecho, la canción convirtió al Simca 1000 en un símbolo de libertad juvenil, de noches largas y de muchas historias compartidas en un espacio que casi siempre se quedaba muy pequeño para tantas ilusiones.
El Seat Panda, un coche mítico para los fans de Estopa

Algo parecido ocurrió con otro modelo muy distinto, pero igual de modesto. El Panda nació de una colaboración entre Fiat y Seat, uno de los coches más prácticos y económicos de los años 80 y 90. Fue ligero, cuadrado y muy versátil, lo que lo convirtió en la elección de jóvenes trabajadores, estudiantes y familias que buscaban un vehículo sencillo para moverse por ciudad y carretera sin gastar demasiado.
El coche tuvo una especie de segunda vida en el plano cultural gracias a Estopa. En la conocidísima canción La raja de tu falda, los hermanos Muñoz incluyeron al Panda en la letra con un toque de ironía y de humor. El Panda no era protagonista en sí mismo, pero sí el escenario de una historia juvenil. «Por la raja de tu falda yo tuve un piñazo con un Seat Panda», cantan los Estopa.
Igual que ocurrió con el Simca 1000 en los 80, el Panda también se convirtió en un icono generacional y encontró la manera de quedarse para siempre en la memoria colectiva. Era un utilitario sin muchas pretensiones, pero Estopa lo convirtió también en una etapa vital que todos seguimos cantando cada verano.


 
                                    





