Cuando conducimos, confiamos en que todo en nuestro coche funcione correctamente. Sin embargo, no siempre podemos saber qué ocurre bajo el capó, y es ahí donde los testigos luminosos del cuadro de instrumentos se convierten en nuestros mejores aliados. Estas pequeñas luces de colores no están ahí por estética: nos alertan sobre el estado del vehículo y nos indican si hay algún problema que requiere atención.
Cada color tiene un significado diferente, y saber interpretarlo correctamente puede evitar una avería costosa o incluso un accidente. El objetivo de este artículo es ayudarte a entender qué significa cada color de los testigos del coche —blanco, azul, verde, amarillo, naranja o rojo— y qué debes hacer cuando se encienden. Entenderlos puede marcar la diferencia entre unas vacaciones tranquilas o un imprevisto en mitad de la carretera.
5Cómo actuar según el color del testigo

Conocer el significado de los colores de los testigos no solo te permite identificar un problema rápidamente, sino también actuar con responsabilidad y eficacia. Aquí te dejamos una guía rápida para saber qué hacer en cada caso:
- Blanco, azul y verde: simplemente informativos. Indican que algún sistema está activado o funcionando con normalidad. No requieren intervención ni visita al taller.
- Amarillo y naranja: advierten de un fallo o una anomalía moderada. Puedes seguir conduciendo unos kilómetros, pero es recomendable acudir al taller cuanto antes.
- Rojo: emergencia. Indica un problema grave que podría comprometer la seguridad o dañar el vehículo. Detente de inmediato y solicita ayuda.
Seguir esta lógica de colores —similar a un semáforo— te ayudará a reaccionar de forma correcta y evitar problemas mayores.