La imagen es más común de lo que pensamos: tras una tormenta, bajas al garaje y descubres tu coche con agua hasta las ruedas, o peor aún, con el motor completamente anegado. En ese momento la pregunta es inevitable: ¿responderá tu seguro o tendrás que asumir los daños de tu bolsillo?
Las inundaciones en garajes particulares o comunitarios no solo son un quebradero de cabeza por las reparaciones, sino que también abren un laberinto de cláusulas, exclusiones y responsabilidades compartidas. La clave está en el tipo de póliza de seguro que tengas contratada y en cómo se haya producido el siniestro.
4¿Qué hacer si tu coche se ha inundado?

El primer paso es avisar a tu compañía de seguros lo antes posible. Muchas establecen plazos concretos para comunicar un siniestro. Además, conviene tomar fotografías detalladas del estado del coche y del nivel del agua en el garaje; serán pruebas clave en la peritación.
En cuanto a tu vehículo, no intentes arrancarlo por tu cuenta. Podrías agravar el daño y dar pie a que la aseguradora alegue negligencia. Lo correcto es trasladarlo a un taller con grúa y esperar la inspección del perito. Y mientras tanto, reúne toda la documentación posible: póliza, recibos de pago y justificantes de gastos derivados —traslado, limpieza o reparaciones de urgencia—.