La imagen es más común de lo que pensamos: tras una tormenta, bajas al garaje y descubres tu coche con agua hasta las ruedas, o peor aún, con el motor completamente anegado. En ese momento la pregunta es inevitable: ¿responderá tu seguro o tendrás que asumir los daños de tu bolsillo?
Las inundaciones en garajes particulares o comunitarios no solo son un quebradero de cabeza por las reparaciones, sino que también abren un laberinto de cláusulas, exclusiones y responsabilidades compartidas. La clave está en el tipo de póliza de seguro que tengas contratada y en cómo se haya producido el siniestro.
3¿Qué cubre realmente tu póliza en una inundación?

Los daños más frecuentes tras una inundación en garaje van desde la carrocería oxidada hasta la avería completa del motor y los sistemas electrónicos. El agua puede afectar a sensores, centralitas y cableado, provocando fallos muy costosos. Un seguro a todo riesgo suele cubrir tanto la reparación como, en casos extremos, la indemnización por siniestro total según el valor venal del coche antes del siniestro.
Eso sí, hay límites importantes que debes conocer. Si el agua proviene de filtraciones por mal mantenimiento del garaje, la aseguradora puede negarse a pagar. Lo mismo ocurre si la inundación se debe a un problema de fontanería interno que no está contemplado en tu póliza. Por eso es tan importante leer la letra pequeña y preguntar antes de contratar.