Este diciembre marca el final de una era para Madrid. Será el último mes en el que los coches sin etiqueta ambiental de la DGT puedan circular libremente por toda la ciudad. Una medida que no distingue entre residentes y visitantes, y que dejará fuera de juego a miles de vehículos a partir del 1 de enero de 2025. ¿La consecuencia inmediata? Una oleada de búsquedas de seguros para coches eléctricos e híbridos, impulsada por el temor a quedarse sin movilidad.
Según el Índice de Precios del Seguro de Coche de Rastreator, las búsquedas de seguros para vehículos eléctricos han aumentado un 50% entre octubre y diciembre de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Antonio Rubio, responsable de seguros del comparador, explica: “Es un incremento lógico. Las restricciones más duras están a la vuelta de la esquina, y muchos conductores están considerando por primera vez la opción de un coche eléctrico”.
Pero no todo son buenas noticias para los que se pasan a la electricidad. Los seguros de coches eléctricos no son precisamente una ganga. La prima media de un seguro a todo riesgo con franquicia para un coche eléctrico es de 415 euros anuales, bastante más que los 375 euros que paga de media un conductor de gasolina. Y, aunque las primas de todos los tipos de vehículos han subido respecto a 2023, el incremento es más notorio para los eléctricos e híbridos: un 26% más, frente al 23% de los gasolina y el 22% de los diésel.
3Madrid 360: El origen de la fiebre eléctrica
La normativa ‘Madrid 360’, que entrará en vigor el próximo enero, es el principal motor de esta transformación. Los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT estarán prácticamente vetados en la capital, salvo contadas excepciones. Este tipo de restricciones ya no es una novedad en Europa, pero en España está empujando a muchos conductores a replantearse su forma de moverse.
El uso de un coche eléctrico ofrece ciertas ventajas dentro de este contexto: acceso a carriles Bus-VAO, aparcamiento gratuito en algunas zonas y la tranquilidad de no emitir ni un solo gramo de CO₂. Sin embargo, estas ventajas vienen acompañadas de mayores costes iniciales, un factor que todavía frena a gran parte de los compradores.