Cuando uno piensa en comprarse un coche nuevo, lo primero que debería contemplar es la seguridad. ¿Está preparado para protegerme en caso de accidente? ¿Tiene sistemas avanzados que eviten sustos al volante? Sin embargo, en España, no es lo que más importa. Lo que de verdad pesa a la hora de tomar decisiones es el dinero.
Según un reciente estudio elaborado por la Fundación CEA y Continental, el 95% de los conductores reconoce que antepone el ahorro económico a la seguridad. La gran mayoría prefiere gastar menos, aunque eso suponga asumir riesgos al volante. Reparaciones pospuestas, seguros con menos cobertura, piezas más baratas… es la preocupante traducción en el día a día.
6Un cambio de mentalidad necesario y urgente

El estudio presentado por la Fundación CEA y Continental lo deja claro: el ahorro económico está condicionando decisiones que afectan a la seguridad vial. Desde la compra del coche hasta su mantenimiento o la elección del seguro, la tendencia dominante es escatimar gastos, aunque eso suponga poner en riesgo la vida propia y de los demás.
Para revertir la situación, es necesario un cambio profundo de mentalidad en los conductores, acompañado de medidas que hagan más accesibles las soluciones seguras. La seguridad no puede seguir siendo una opción secundaria. Mientras eso no ocurra, seguiremos circulando por carreteras donde el bolsillo pesa más que el cinturón de seguridad.