Cuando uno piensa en comprarse un coche nuevo, lo primero que debería contemplar es la seguridad. ¿Está preparado para protegerme en caso de accidente? ¿Tiene sistemas avanzados que eviten sustos al volante? Sin embargo, en España, no es lo que más importa. Lo que de verdad pesa a la hora de tomar decisiones es el dinero.
Según un reciente estudio elaborado por la Fundación CEA y Continental, el 95% de los conductores reconoce que antepone el ahorro económico a la seguridad. La gran mayoría prefiere gastar menos, aunque eso suponga asumir riesgos al volante. Reparaciones pospuestas, seguros con menos cobertura, piezas más baratas… es la preocupante traducción en el día a día.
1El ahorro por encima de la seguridad

Comprar un coche ya no es solo cuestión de gusto o prestaciones. Para la mayoría de conductores en España, un criterio se impone sobre los demás: el precio. ¿Cuánto cuesta? Ya sea en la compra de un coche nuevo, el mantenimiento del actual o incluso la elección del seguro, el ahorro se impone como prioridad. El 93% admite que el coste económico es la principal barrera para invertir más.
Las cifras hablan por sí solas. Casi la mitad de los conductores ha pospuesto reparaciones importantes por razones económicas. A ello se suma que más del 80% han optado por seguros más baratos, aun sabiendo que implicaban una menor cobertura. El bolsillo está muy por encima del bienestar, aunque pueda acabar saliendo muy caro en seguridad.