El departamento de Técnica de Medición y Meisterbock de Seat se encarga de medir las carrocerías, hasta ahora, un proceso que se llevaba a cabo de una manera semimanual. Sin embargo, ahora, con una técnica innovadora sin contacto se ha logrado a una gran eficacia del proceso cuando ya el vehículo ha llegado a la línea de producción.
Esta precisión llega de la mano de la fotogrametría, «tecnología de medición óptica sin contacto que permite captar millones de puntos de un objeto mediante fotos, marcando la profundidad y el grosor de cada espacio», nos dice Pedro Vallejo, gerente de la Técnica de Medición y Meisterbock de Seat.
Los puntos recogidos se plasman en un mapa de color que indica si hay desviaciones respecto a ideal, en la imagen se observa el 100 % de las geometrías del automóvil, tanto interiores como exteriores, lo que garantiza que, si se producen cambios, estos serían detectados inmediatamente.
¿Cómo se realizan estas mediciones?
Se seleccionan de manera aleatoria, en cada turno de producción, un conjunto de piezas de línea de montaje para ser revisadas. Estas piezas son llevadas por los AGV (robots automáticos) hasta las instalaciones donde se van a ser medidas. Allí, unas máquinas de 1.500 metros cuadrados con un cabezal fotográfico inspeccionan las piezas para asegurar que todos los vehículos que salen de la línea de producción tienen las medidas adecuadas. Las posibles desviaciones pueden ser recalibradas a tiempo, y de esta manera se certifica la seguridad de toda la producción.
Las máquinas sacan entre 200 y 300 fotos por cada conjunto de piezas, y 1.000 del armazón completo, esto equivale a medir siete millones de punto por conjunto y hasta 98 millones de toda la carrocería.
Gracias a las herramientas como Big Data y Data Science, la gran cantidad de información que se obtiene con la fotogrametría mejorará las producciones.
