Los coches de carreras clásicos siempre son un auténtico caramelo para los coleccionistas más apasionados y más pudientes. Tienen algo que atrae como la luz a una polilla y que hace que se gasten auténticas fortunas por cada uno de ellos. Si además de esto se le asocia a dicho coche un piloto histórico que estuvo a sus mandos, entonces el valor sube como la espuma.
Tres leyendas al volante
Pues bien, este Lotus 19 de 1960 no solo tuvo a un gran piloto manejándolo, tuvo a tres de los más grandes que jamás haya habido: Graham Hill, Jim Clark y Stirling Moss. Casi nada.
Solo se fabricaron 17 ejemplares de este Lotus 19 Monte Carlo, un coche de carreras hecho en fibra de vidrio que tiene como número de chasis el 953. Este Lotus se alzó con victorias por todo el globo, incluyendo la temporada de 1961 bajo el equipo BRP (British Racing Partnership), equipo del que era dueño el padre de Sir Stirling Moss. En 1962 el coche ganó seis de las siete carreras en las que participó en el Reino Unido, con Graham Hill completando una vuelta al circuito de Snetterton con una media de velocidad de 160 km/h, algo nunca antes hecho en un coche de carreras.
En el 63 el coche volvió a pista,convirtiéndose además en el último coche de carreras que conduciría Moss como piloto profesional. Y es que, tras un fuerte accidente, el piloto decidió probar y ver si se sentía cómodo pilotando, pero tras hacer los tests llegó a la conclusión de que era el momento de colgar los guantes y el mono.
Tras esto, el Lotus 19 continuó sus andaduras en diferentes categorías hasta fue retirado en 1965. Desde entonces, el coche ha sido restaurado meticulosamente para que sea completamente correcto con la época en todo. Dispone de papeles de la FIA y de un análisis de los metales que corroboran que el chasis original todavía está ahí, aunque solo sean partes.
Ahora habrá que ver cuánto está dispuesto a pagar su próximo dueño por hacerse con uno de los vehículos de carreras con mayor pedigree que existen…