Los eventos de Cars and Coffee son una tradición para los amantes de los automóviles. Reuniones informales donde los entusiastas del motor muestran sus vehículos, comparten historias y, en algunos casos, intentan impresionar a la multitud con maniobras atrevidas. De todas formas, lo que comenzó como un intento de destacar puede terminar en desastre, como lo demostró un reciente incidente en Lockport, Illinois.
El 11 de agosto, durante un evento mensual organizado por KRW Performance and Customs, un conductor de un Ford Mustang decidió que era su momento para brillar. Al salir del estacionamiento, con el tráfico ya congestionado, el conductor detuvo su coche en medio de la carretera, un movimiento que llamó la atención de todos. En lugar de una salida tranquila, optó por un burnout, la clásica maniobra de quemar rueda para generar humo y ruido, esperando quizás aplausos y gritos de admiración. Pero las cosas no salieron como planeaba.
El video que muestra el accidente en el evento de Cars and Coffee
Los neumáticos traseros del Mustang comenzaron a girar a gran velocidad, enviando humo al aire y creando un espectáculo visual. El coche avanzó por la carretera, ganando velocidad mientras el conductor, aparentemente, perdía el control. La parte trasera del vehículo comenzó a deslizarse, y aunque el conductor intentó contravolantear, fue en vano. El Ford giró en el sentido de las agujas del reloj, deslizándose casi 180 grados antes de chocar contra un Chevrolet Corvette C7 estacionado a un lado de la carretera.
La escena fue caótica, pero afortunadamente, no trágica. Tres transeúntes que se encontraban cerca del Corvette escaparon por poco del impacto, y dos motocicletas estacionadas cerca del deportivo también resultaron ilesas. Sin embargo, este deportivo no corrió la misma suerte: el impacto fue lo suficientemente fuerte como para mover el vehículo, dejando a ambos coches con daños significativos.
Lecciones de un incidente evitable en el Cars and Coffee

El incidente en el Cars and Coffee fue un claro recordatorio de que la confianza excesiva en la conducción, combinada con un intento de impresionar, puede tener consecuencias costosas. Aunque no está claro qué ocurrió exactamente dentro de la cabina del Mustang, es posible que el conductor haya intentado frenar demasiado tarde o, simplemente, haya mantenido el pie en el acelerador por más tiempo del necesario. Lo que es seguro es que no supo manejar el deslizamiento de la parte trasera, un error que le costó caro.
Este tipo de incidentes no son aislados cuando se trata de Ford Mustang. Desde su lanzamiento en 1964, ha ganado una reputación, a menudo injusta, de ser un coche difícil de manejar para conductores inexpertos. Parte de esta percepción se debe a que muchos propietarios intentan realizar maniobras como burnouts o drifting sin tener la habilidad necesaria para controlarlas. Lo que comienza como un intento de diversión puede terminar en un costoso error.