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Rolls-Royce Wraith Eagle VIII. Inspirado en un viaje histórico

Este exclusivo Rolls-Royce Wraith Eagle VIII es el último trabajo realizado por el artesanal departamento de personalización de la firma británica y será presentado al mundo entero en el próximo Concurso de Elegancia Villa d'Este, que en esta temporada tendrá lugar del 24 al 26 de mayo a la orilla del Lago Como en Italia.

El departamento Bespoke se ha inspirado en una historia tan épica como es el primer vuelo transatlántico sin escalas de la historia, el cual tuvo lugar en junio de 1919 con los pilotos Alcock y Brown a bordo de un bombardero Vickers Vimy que estaba impulsado por dos motores Rolls-Royce Eagle VIII, los cuales tenían 20,3 litros de cilindrada y 350 CV de potencia. Ellos dan nombre a esta singular edición especial, de la que tan sólo se van a fabricar 50 unidades.

Un vuelo que cambió la aviación

Aquel viaje no estuvo exento de dificultades, pues los instrumentos de radio y navegación fallaron poco después del despegue en St. John's, Terranova. Eso obligo a sus pilotos a volar a ciegas y guiándose de las estrellas hasta aterrizar en las costas de Irlanda. Y es que en esa travesía, sus motores Rolls-Royce Eagle VIII fueron lo que no fallaron en ningún momento.

Para transmitir esa aventura al singular Rolls-Royce Wraith, los expertos de Goodwood utilizaron los colores Gunmetal y Selby Grey a la carrocería de este majestuoso coupé, que también luce una parrilla delantera específica y unas llantas creadas para la ocasión.

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Pero es el interior de esta edición especial lo que más llama la atención, puesto que todo su habitáculo se tapiza de forma exquisita con cuero negro y Selby Grey. Sus asientos se adornan con los emblemas de la firma británica creados con hilo de color cobre, aparece una cita de Churchill sobre una placa de latón, hay incrustaciones en madera de eucalipto ahumado…

Detalle aeronáutico es que su consola central con el respectivo acolchado se inspira en el interior de aquel Vickers Vimy, mientras que su reloj central tiene una iluminación verde, al igual que los indicadores que dejaron de funcionar tras el despegue. Pero sin duda alguna lo más impresionante de este Rolls-Royce Wraith Eagle VIII es su techo, donde Bespoke ha colocado nada menos que 1.185 puntos LED que están colocados de forma milimétrica para mostrar la disposición de las estrellas en el momento exacto de este vuelo histórico. Y una placa con las coordenadas concretas así lo atesora.