Un año más Rolls Royce no ha faltado a una cita ineludible en el calendario y ha asistido al Concurso de Elegancia de Pebble Beach que se celebra en Monterey. En esta ocasión lo ha hecho rodeado de tres nuevas criaturas que han sido especialmente encargadas a su departamento Bespoke por tres importantes clientes. Lo verdaderamente curioso es que todos ellos se han decantado por un modelo descapotable, dos de ellos son Rolls Royce Dawn y uno es un Rolls Royce Phantom Drophead Coupé, un modelo al que le quedan los días contados.
De lo clásico a lo inédito
Comenzaremos por este último, que ha sido encargado por un cliente de Beverly Hills, de ahí que este Phantom Drophead Coupé reciba precisamente esta denominación y haya sido entregado a su propietario en el concesionario de esta localidad del condado de Los Ángeles. Semejante criatura apuesta por un extravagante color naranja para decorar no sólo su carrocería, sino que de este tono denominado Mandarín, también se han pintado los centros de sus llantas o se ha tapizado el volante, parte del salpicadero y también sus asientos.
Para no aportar un aspecto de «carroza de halloween», su capó y otras partes de su carrocería apuestan por un acabado metálico, mientras que el habitáculo se ha tapizado en cuero de color negro, a juego con las inserciones en madera lacada que hay repartidas por su interior.
Dos exclusivos Dawn
El resto de los modelos especiales vistos en Pebble Beach apuestan por el nuevo Rolls Royce Dawn, o lo que es lo mismo, la versión descapotable del Rolls Royce Wraith. El primero de ellos ha sido creado para el coleccionista Michael Fux, quien posee una colección privada con más de 150 vehículos. Precisamente para este coleccionista, Rolls Royce le ha creado ese tono azul para la carrocería de su Dawn y lo ha denominado Fux Blue. La capota de lona va a juego con el resto de su carrocería, mientras que para el habitáculo se apuesta cláramente por el color blanco para cubrirlo casi en su totalidad. El toque de color lo ponen unas alfombrillas de color azul, a juego con su espejo retrovisor.
El último de los Rolls Royce Dawn vistos en Pebble Beach ha sido un encargo especial de otro coleccionista de automóviles. Se trata de Don Drinkeroff, quien ha decidido renidr un homenaje al legendario Rolls Royce Silver Ghost del año 1907. Para ello su carrocería apuesta por un tono gris mate, en la que destaca la figura del «espíritu del éxtasis» creada en plata. De este mismo material también se han fabricado algunos mandos de su habitáculo, además de la otra silueta de su emblema, la cual se ha colocado en la tapa que cubre la pantalla del navegador.
Para el interior se ha apostado por un tapizado en cuero de color verde con molduras en negro lacado.