Parar a repostar debería ser una rutina rápida y segura. Pero, para muchos conductores, se ha convertido en un momento para olvidar. Mientras llenas el depósito o entras a pagar, algunos ladrones aprovechan la distracción para llevarse tus pertenencias… ¡o incluso tu coche!
La policía ya ha dado la voz de alarma: los robos en gasolineras están en auge, y los delincuentes son cada vez más ingeniosos. Pero no todo está perdido. Con unas cuantas medidas preventivas y un poco más de atención, es posible frustrar sus planes. En este artículo, te contamos cómo puedes protegerte de ellos. ¡No dejes que te pillen por sorpresa!
2La tecnología al servicio de los cacos
Los ladrones no solo son listos; también se apoyan en la tecnología. Ejemplo de ello es el uso de inhibidores de frecuencia, dispositivos que interfieren anulando las señales de las llaves remotas de los vehículos. Aunque el conductor crea que ha cerrado el coche con el mando, en realidad las puertas se han quedado desbloqueadas, facilitando el acceso a los cacos.
Para evitar caer en la trampa, la recomendación de la policía es doble. Primero, comprobar manualmente que las puertas quedaron cerradas antes de alejarse del vehículo. Segundo, evitar dejar objetos de valor a la vista, toda una tentación para los delincuentes.