Segundos. Pero muchos menos que los 130 que necesitó Martin Herfurt para abrir y arrancar un modelo del fabricante de California, son los que ahora han necesitado para sustraer un Tesla Model Y. A pesar de que nuestros vehículos cada vez son más inteligentes, los ladrones agudizan el ingenio para abrirlos y llevárselos.
Josep Pi Rodríguez, un consultor de la empresa de seguridad informática IOActive, que tiene su sede en Seattle, fue quien descubrió un fallo de seguridad en los modelos de la casa californiana. Este permite poder desbloquear, arrancar y llevarse un Tesla Model Y en cuestión de pocos segundos. Y todo por la tecnología que encierra la llave NFC.
Un experimento probado con un Tesla Model Y
Quienes estén familiarizados con los productos de Tesla sabrán que estos vehículos carecen de una llave convencional. Esta se integra en nuestro teléfono inteligente, pero también en una tarjeta. Como las de crédito. Y nos permite acceder al vehículo colando esta tarjeta NFC en el pilar B del vehículo. Rodríguez se dio cuenta de que si un ladrón se encuentra lo suficientemente cerca del conductor cuando este estaciona el vehículo, es posible abrir la puerta y arrancar el coche.
Hacen falta dos personas. Una de ellas se queda junto al vehículo con un dispositivo que recibe una señal de un teléfono por medio de WiFi o Bluetooth. Esta señal emite la frecuencia de la llave NFC al acercar otro teléfono a esta cuando se encuentra en el bolsillo del propietario.
La llave NFC: la culpable de todo ello
Esto también ha sido posible gracias a la última actualización de Tesla. Y es que con ella ahora no es necesario depositar esta llave NFC entre los asientos delanteros para poner en marcha el vehículo. Cosa que antes si era de obligado cumplimiento cuando no se accedía al vehículo con nuestro smartphone. Sin embargo para evitar que nos roben nuestro vehículo por medio de este sistema, Tesla ofrece una función PIN, que obliga a introducir un código de cuatro dígitos antes de poner en marcha el vehículo. Sin embargo la compañía dice que son pocos los propietarios que la activan. Y aunque este sistema evitaría que se llevaran el vehículo, los ladrones si que podrían abrirlo y robar cuando haya en su interior.
Otro inconveniente para los ladrones es que una vez apaguen el vehículo, estos no podrán volver a arrancarlo sin la llave NFC.
Aunque Josep Pi Rodríguez probó este método con un Tesla Model Y, cree que este ataque a la llave NFC se podría hacer a cualquier otro Tesla. Y va más allá poniendo en aviso a otros fabricantes que utilicen esta tecnología, pues podrían ser igual de vulnerables. O incluso más, pues muchos de ellos carecen de la tecnología PIN usada por Tesla.