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Riversimple Rasa. Apostando por el hidrógeno

Estamos asistiendo al nacimiento de otro nuevo fabricante de vehículos, que en este caso tiene su sede cerca de Birmingham, Reino Unido, y atiende al nombre de Riversimple. Su primer modelo es este singular Rasa, un pequeño biplaza al más puro estilo del sofisticado Volkswagen XL1 que se encuentra en fase de desarrollo, no obstante ha nacido gracias a una beca concedida por el gobierno de Gales de 2 millones de libras.

Con una mecánica de hidrógeno

Este Riversimple Rasa es un pequeño vehículo biplaza, ideado para mejorar la movilidad en las ciudades en el que sobre todo, destaca su mecánica, pues apuesta por un propulsor alimentado por hidrógeno. Hablamos de que cuenta con una pila de combustible con una potencia de 8,5 kWh, capaz de generar energía eléctrica gracias al hidrógeno. Esta energía pasa a sus cuatro propulsores (uno por cada una de sus ruedas) que generan una potencia de 11 CV cada uno de ellos. Con semejante potencial, este primer prototipo es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h.

En su depósito sólo cabe 1,5 kilos de hidrógeno, sin embargo es más que suficiente para asegurarse una autonomía que ronda los 480 kilómetros, un dato más que sorprendente. El principal problema es el mismo al que se enfrentan los Toyota Mirai y Honda Clarity Fuel Cell, la escasa red de suministro de este combustible.

Un año de pruebas y 20 unidades rodando

Pero esto no ha sido un problema para Riversimple, que además ha conseguido homologar este primer prototipo para poder circular por Europa como vehículo experimental durante 12 meses. Cuando este año pase ya tendrán fabricados un total de 20 prototipos y aseguran tener listas para entonces las versiones «de calle» que podrían estar disponibles en 2018.

Motor16

Pero la tecnología de este Riversimple Rasa no acaba aquí, pues bajo su carrocería esconde unos condensadores capaces de almacenar la energía generada en las frenadas y deceleraciones, la cual es capaz de trasladarlas a sus motores para incrementar aún más su autonomía.

Para su fabricación han empleado materiales ligeros como es el caso de la fibra de carbono, material usado en su monocasco que tan sólo pesa 40 kilos. El conjunto se queda en unos ajustados 580 kilos, los cuales ayudan a garantizar la autonomía y también las prestaciones.

En su diseño exterior ha colaborado Chris Reitz, que fue el ex-jefe de diseño del actual Fiat 500 y su equipo de diseño con sede en Barcelona.