Ponerse al volante es, sin duda, una de las actividades cotidianas más comunes. Sin embargo, pocas veces reflexionamos sobre los riesgos que implica conducir. Más allá de las condiciones del tráfico o del estado del vehículo, hay tres factores personales que siguen presentes en la mayoría de los siniestros viales: el consumo de alcohol, la fatiga y el uso inadecuado de ciertos medicamentos. Lo más preocupante es que, pese a ser conocidos, muchos conductores siguen subestimando sus efectos reales.
Ante esta situación, los expertos en movilidad de Alquiber, empresa líder en renting flexible, proponen una fórmula tan sencilla como efectiva para eliminar estos riesgos: conciencia plena de sus consecuencias y tolerancia cero. Ni una copa, ni una noche mal dormida, ni un medicamento sin verificar deben formar parte de la ecuación al momento de conducir. Esta combinación de prevención y responsabilidad puede salvar vidas, y está en nuestras manos aplicarla.
4Tecnología al servicio de la seguridad

La buena noticia es que la tecnología puede ser una gran aliada para prevenir estos tres riesgos. Hoy en día existen alcoholímetros portátiles accesibles para cualquier conductor. Estos dispositivos permiten verificar con precisión la tasa de alcohol en sangre antes de iniciar un trayecto. Algunos modelos avanzados incluso impiden el encendido del motor si se detecta una cantidad peligrosa de alcohol.
También comienzan a proliferar sistemas de monitorización de fatiga en los vehículos. Estos sensores analizan el comportamiento del conductor —como movimientos bruscos del volante o pérdida de trayectoria— y emiten alertas cuando detectan signos de cansancio. Aunque todavía no pueden evitar que el conductor continúe su viaje, sí ofrecen una advertencia valiosa que puede salvar vidas si se actúa con responsabilidad.