La seguridad vial es siempre importante. Pero cuando hablamos de los más pequeños, la responsabilidad se multiplica. Llevar a nuestros hijos en el coche sin una silla infantil adecuada es una imprudencia que puede tener consecuencias irreparables. Sin embargo, todavía hay padres que reconocen no usar siempre este sistema de retención.
Según una reciente encuesta de Autohero, un 19% de los padres españoles admite no utilizar la silla infantil en cada trayecto. ¿Las razones? Desde la dificultad en la instalación hasta la resistencia de los propios niños o la falta de espacio en el vehículo. Excusas que no son suficiente para justificar el riesgo que implica viajar sin la protección adecuada.
1La seguridad infantil no es opcional
Los expertos coinciden en que la silla infantil no es un accesorio más, sino un elemento vital. En un accidente, el cuerpo de un niño no soporta las mismas fuerzas que el de un adulto, por lo que la falta de una silla homologada puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
En España, el 81% de los padres asegura utilizar siempre una silla para sus hijos, un porcentaje alto si lo comparamos con otros países europeos. Sin embargo, ese 19% que todavía no lo hace de forma constante deja en evidencia que aún queda mucho por hacer en términos de concienciación.
