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jueves, 28 agosto 2025

Antes de viajar, revisa estos detalles en tus neumáticos para no tener problemas

A la hora de garantizar el buen resultado de un viaje, existen puntos que se deben analizar. Los neumáticos son uno de los más importantes.

Cuando salimos de viaje solemos revisar el aceite, el agua, incluso la limpieza del coche, pero a menudo nos olvidamos del elemento más crítico para nuestra seguridad: los neumáticos. Un simple vistazo antes de arrancar puede marcar la diferencia entre un viaje memorable y una pesadilla en el arcén.

Y lo cierto es que no necesitas ser un mecánico experto para hacerlo, pero sí que hay algunos secretos que los profesionales miran y que tú también puedes revisar para evitar imprevistos.

La presión, un detalle que lo puede cambiar todo

Presion de los neumaticos
Fuente: Agencias

Uno de los aspectos más descuidados es la presión de inflado. Llevar los neumáticos con la presión incorrecta es un error con graves consecuencias. Una presión baja provoca que el neumático se caliente en exceso, aumentando el riesgo de un reventón, especialmente en viajes largos por autopista a alta velocidad. Además, el coche se vuelve más torpe en las curvas, la distancia de frenado se alarga y el consumo de combustible se dispara, ya que el motor necesita hacer más esfuerzo para mover el vehículo.

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Por otro lado, una presión demasiado alta también es peligrosa. Reduce la superficie de contacto con la carretera, lo que disminuye drásticamente el agarre, sobre todo en mojado. El coche puede volverse más inestable, y el centro de la banda de rodadura se desgasta de forma prematura y muy rápida.

La profundidad del dibujo, más que evitar una multa

Cómo se si las ruedas de mi coche están cristalizadas
Foto: Agencias

La ley en España establece que la profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 milímetros. Circular por debajo de esa cifra no solo te expone a una multa considerable, sino que pone en grave riesgo tu seguridad y la de los demás. Sin embargo, los expertos en seguridad vial recomiendan no apurar tanto y pensar en cambiar los neumáticos cuando la profundidad baje de los 3 milímetros, ya que por debajo de esa cifra su rendimiento en mojado cae en picado.

No necesitas una herramienta especial para hacer una comprobación rápida. Coge una moneda de un euro e introdúcela en uno de los surcos principales del neumático. Si no puedes ver el borde dorado de la moneda, la profundidad es todavía suficiente y supera los 3 milímetros. Si ves la parte dorada, es una señal de alarma: el neumático está cerca del límite legal y deberías plantearte su sustitución lo antes posible, especialmente antes de un viaje largo.

Fíjate en el desgaste

neumático desgastado
Fuente: OCU

La forma en la que se desgastan tus neumáticos es un indicador que te cuenta muchas cosas sobre la salud de tu coche. Un neumático en buen estado y con la presión y alineación correctas debería desgastarse de manera uniforme por toda su superficie. Si detectas patrones extraños, estás ante un síntoma de que algo no va bien.

Si notas que los bordes exteriores del neumático están mucho más gastados que la parte central, es un signo inequívoco de que has estado circulando con una presión inferior a la recomendada. El neumático se «achata» y apoya más en los extremos.

Si la banda central está lisa mientras que los bordes conservan un buen dibujo, significa que has llevado una presión excesiva. El neumático se abomba y solo apoya la parte central, desgastándola de forma prematura y reduciendo el agarre.

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Si uno de los laterales está mucho más desgastado que el otro, es un síntoma claro de que la dirección del coche no está bien alineada. Esto puede deberse a un bordillazo, a pasar por un bache muy fuerte o al simple desgaste de los componentes de la suspensión. No solo destruirá tus neumáticos en poco tiempo, sino que afecta al comportamiento del coche. En este caso, la solución pasa por visitar un taller para que realicen un paralelo o alineado de la dirección.

Puede que un neumático tenga un dibujo perfecto y aparente estar nuevo, pero si tiene muchos años, el caucho se habrá endurecido y habrá perdido todas sus propiedades de agarre y flexibilidad.

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Como norma general, aunque tengan buen aspecto, se recomienda no usar neumáticos con más de 10 años desde su fecha de fabricación. De hecho, a partir de los 5 años, es aconsejable que un profesional los revise cada año para asegurarse de que siguen siendo seguros.Realizar estas comprobaciones es un pequeño gesto que te permitirá empezar tu viaje con la tranquilidad de saber que la parte más importante de tu seguridad está en perfectas condiciones. Tu tranquilidad y la de tu familia bien valen esos cinco minutos.

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