Después de su vida útil en el automóvil, la batería de un vehículo eléctrico converva una capacidad importante de almacenamiento. Y Renault le dará una segunda vida gracias a la puesta en marcha de instalaciones de almacenamiento de energía en Francia y Alemania en el marco del proyecto 'Advanced Battery Storage'. Esos almacenes de energía podrán servir para proporcionar electricidad en momentos de alta demanda a, por ejemplo, viviendas, edificios de oficinas e incluso para puntos de carga de vehículos eléctricos.
Con esta iniciativa, que también utilizará algunas baterías nuevas, Renault pretende construir de aquí a 2020 el mayor dispositivo de almacenamiento estacionario de electricidad concebido a partir de baterías de vehículos eléctricos en Europa.
2.000 baterías en 2020
Las primeras instalaciones se pondrán en marcha a comienzos de 2019 e irán creciendo hasta contar con 2.000 baterías de coches eléctricos. En ese momento, se calcula que alcanzarán los 60 MWh, equivalente al consumo diario de una ciudad de 5.000 viviendas.
Estas baterías de vehículos se almacenarán en contenedores y servirán para administrar las desviaciones entre el consumo y la producción de electricidad en momentos determinados con el objetivo de aumentar la cuota de las energías renovables en el mix energético. «Nuestra solución de almacenamiento estacionario sirve para compensar estas desviaciones: libera sus reservas en el instante preciso en el que se crea una desviación en la red para hacer desaparecer sus efectos», ha explicado Nicolas Schottey, director del programa 'Nouveaux Business Energie' del Grupo Renault.