comscore

El rascar se va a acabar: 3 remedios caseros para evitar que tu coche se congele

La llegada del invierno suele traer consigo inclemencias meteorológicas que afectan el día a día de los conductores, especialmente aquellos que se enfrentan al problema de encontrar sus vehículos congelados al querer iniciar la jornada. Un inconveniente que no solo retrasa nuestros planes, sino que también puede causar daños a los componentes del vehículo, por lo que conocer algunos remedios caseros efectivos para prevenir esta situación es de gran relevancia.

A continuación, vamos a explorar algunas soluciones sencillas que pueden ahorrarnos tiempo y proteger la integridad de nuestro coche durante los duros meses de invierno.

PROTECCIÓN PREVENTIVA

PROTECCIÓN PREVENTIVA

Antes de que el termómetro caiga bajo cero, es conveniente tomar medidas preventivas para minimizar la posibilidad de que el coche se congele. Cubrir el parabrisas con una manta térmica o un plástico especial es sin duda una de las sugerencias más prácticas. Estas cubiertas están diseñadas para repeler el agua y evitar que la nieve y el hielo se adhieran a la superficie del vidrio. Por otro lado, la aplicación de un tratamiento antihielo en el parabrisas y otras ventanas puede ser una barrera efectiva que impida la formación de hielo. Estos productos suelen ser líquidos de composición química específica que reducen la adhesión del hielo, facilitando su posterior eliminación.

También es importante mantener las juntas de las puertas y ventanas en buen estado, utilizando productos acondicionadores de goma para evitar que se peguen o cuarteen con las bajas temperaturas. Además, es recomendable alzar las escobillas del limpiaparabrisas para evitar que se congelen adheridas al cristal, una medida que, pese a ser simple, preserva la funcionalidad de estos elementos esenciales para la visibilidad en carretera.

REMEDIOS CASEROS AL RESCATE DE TU COCHE

Cuando el frío ya se ha instalado y la formación de hielo en el coche es un hecho, existen varios remedios caseros que pueden facilitar su eliminación sin causar daño. Uno de los métodos más utilizados consiste en preparar una solución de alcohol isopropílico y agua a partes iguales. Esta mezcla, aplicada con un rociador sobre las zonas congeladas, reduce el punto de congelación del agua y hace que el hielo se derrita más rápidamente.
Otro recurso casero es el uso de una solución de vinagre y agua, también en partes iguales.

El vinagre, por su naturaleza ácida, ataca el hielo y facilita su remoción, aunque debe usarse con precaución para no dañar la pintura del vehículo. Además, se puede emplear sal de mesa o sal de carreteras para esparcir sobre las zonas afectadas; esta práctica, si bien efectiva para derretir el hielo, debería utilizarse con mesura, ya que un uso excesivo puede corroer metal y pintura.

Por último, algo tan sencillo como tapar el escape y arrancar el motor, permitiendo que el calor del mismo ayude a descongelar el parabrisas y las cerraduras, puede considerarse un remedio casero de emergencia. Es crucial asegurarse de que el tubo de escape esté libre de obstáculos una vez iniciado el coche para prevenir acumulaciones peligrosas de monóxido de carbono.

CONSIDERACIONES ADICIONALES

CONSIDERACIONES ADICIONALES

Además de los remedios especificados, es esencial tener en consideración algunas prácticas para cuidar la integridad del vehículo y la seguridad del conductor y sus acompañantes. Por ejemplo, nunca se debería utilizar agua caliente para eliminar el hielo del coche, ya que la diferencia de temperatura puede ocasionar la rotura del cristal. Del mismo modo, es desaconsejable intentar forzar la apertura de puertas o ventanillas congeladas, para no dañar las mecanismos de apertura y cierres.

Es recomendable mantener siempre en el vehículo una rasqueta de hielo de buena calidad y un spray descongelante, para afrontar los episodios de congelación de manera efectiva y sin riesgos. Además, verificar regularmente el estado de la batería y del sistema de calefacción del coche asegurará su correcto funcionamiento cuando más se necesita. Por último, y no por ello menos importante, es fundamental adoptar una conducción prudente y adaptada a las condiciones de la carretera, para prevenir accidentes derivados de la presencia de hielo y nieve en el asfalto.

MATERIALES ALIADOS CONTRA EL FRÍO

En la constante lucha contra el frío invernal, ciertos materiales pueden convertirse en aliados estratégicos. Entre ellos, el uso de fundas de neopreno para las manijas de las puertas se presenta como una opción efectiva para evitar que estas se congelen y se vuelvan inoperantes. Además, existen líquidos lubricantes de cerraduras que no solo impiden la congelación sino que, al mismo tiempo, protegen los mecanismos internos, prolongando su vida útil.

Es igualmente recomendable considerar el uso de selladores de goma para el marco de las ventanas del vehículo. Estos productos evitan que la humedad penetre y, al congelarse, dañe o deforme las juntas, lo que podría generar filtraciones de aire y aumentar el consumo energético del sistema de calefacción. Así, hacer uso de estos selladores es una medida preventiva de gran relevancia.

Por otra lado, la elección del tipo de líquido anticongelante para el motor y el sistema de refrigeración debe hacerse con cuidado. No todos los anticongelantes son iguales y algunos ofrecen una mayor resistencia a temperaturas extremadamente bajas, lo que garantiza que el motor arranque sin problemas incluso en el corazón del invierno. Asimismo, el uso de productos desempañadores para los cristales interiores puede evitar la acumulación de vaho que, al congelarse, dificulta la visibilidad.

PLANIFICACIÓN Y BUENAS PRÁCTICAS

PLANIFICACIÓN Y BUENAS PRÁCTICAS

Una correcta planificación puede ser de gran ayuda para evitar situaciones indeseadas causadas por el frío. Comprobar las previsiones meteorológicas con regularidad permite anticipar episodios de bajas temperaturas y preparar el vehículo en consecuencia. Además, es posible establecer una rutina de mantenimiento invernal, incluyendo la revisión de niveles de líquidos, el estado de la batería y la presión de los neumáticos, que tienden a disminuir con el frío.

La implementación de un protocolo antes de iniciar la marcha también puede marcar una diferencia significativa. Por ejemplo, limpiar la nieve acumulada en el techo y capó del vehículo no solo es una cuestión legal para evitar que caiga en la vía pública o sobre otros coches, sino una práctica que evita el sobreesfuerzo del motor por cargas extra y la posibilidad de que la nieve bloquee la visión del conductor al desplazarse. La conducción ha de ser pausada y suave para mantener el control del vehículo.

No menos importante es la creación de un ‘kit de supervivencia’ para el coche, que incluya mantas, alimentos no perecederos, agua, una linterna y una batería portátil de carga. Esta precaución es vital en caso de que el coche quede inmovilizado o atrapado en la nieve, brindando recursos al conductor y a los pasajeros hasta que puedan recibir ayuda externa, en aras de maximizar la seguridad en situaciones de emergencia.

INNOVACIONES TECNOLÓGICAS

La tecnología es un pilar fundamental en la mitigación de los efectos del invierno. Los sistemas de arranque remoto, ya presentes en muchos vehículos modernos, permiten encender el motor desde la comodidad del hogar, con lo que el coche se calienta y se facilita la eliminación del hielo antes incluso de salir al exterior. De igual forma, los parabrisas y ventanillas térmicas – con elementos calefactores integrados – pueden derretir el hielo acumulado en poco tiempo y sin esfuerzo físico por parte del usuario.

Las aplicaciones para smartphones también juegan un papel importante. Algunas permiten controlar a distancia distintas funciones del vehículo, como la calefacción o el desempañador, contribuyendo a la comodidad y seguridad. A su vez, los sensores de aparcamiento y cámaras exteriores incluyen, en ocasiones, sistemas de autolimpieza y calefacción para evitar la acumulación de hielo que pueda interferir con su correcto funcionamiento.

En el ámbito del cuidado y mantenimiento, la llegada de los nanomateriales a la industria automotriz ha revolucionado el concepto de prevención. Se ha desarrollado una gama de productos basados en nanotecnología que proporcionan superficies superhidrofóbicas, facilitando que el agua y, por ende, la nieve y el hielo, simplemente resbalen del vehículo sin adherirse, una innovación que ofrece una protección sin precedentes contra las condiciones invernales.