Los datos de la DGT confirman que el número de multas de tráfico no para de crecer, y la cosa no pinta que vaya a cambiar.Sin embargo, lo que sí parece que está cambiando es el tipo de infracciones que se están sancionando más, y a las acciones que podemos considerar habituales se incorporan nuevas prácticas, ¿Cuáles son las multas que más se están poniendo? La respuesta a esta pregunta puede ser una sorpresa. Además, hay hábitos al volante que quizás consideras inofensivos pero que están en el punto de mira.
El ranking de las multas más comunes

En el último informe anual de Automovilistas Europeos Asociados, la primera causa de multas de tráfico no genera sorpresas. El exceso de velocidad es la principal infracción, al igual que en años anteriores. La DGT, con su enorme red de radares fijos y móviles, ha convertido el control de la velocidad en una de sus principales herramientas de vigilancia. Los datos no dejan lugar a dudas: los excesos de velocidad representan más del 60 por ciento de todas las multas que se ponen en España.
Si profundizamos un poco más en las estadísticas de la DGT, descubrimos que el panorama está en constante evolución. Algunas infracciones que antes eran muy habituales están bajando, mientras que otras están creciendo a un ritmo vertiginoso. Esta tendencia nos dice mucho sobre cómo están cambiando nuestros hábitos de conducción y, sobre todo, dónde está poniendo el foco la DGT.
Las multas que no paran de crecer

Si hay una tendencia clara en los últimos años, es el aumento de las multas relacionadas con las distracciones al volante. Y la principal causa de esas distracciones es, sin duda, el teléfono móvil. Ya no solo se trata de usar el móvil para hablar, sino de cualquier tipo de manipulación. Escribir un mensaje, mirar el GPS, revisar las redes sociales o cualquier otra cosa que desvíe tu atención de la carretera, aunque sea por un segundo, se ha convertido en una prioridad para los agentes.
Las sanciones por el uso de dispositivos móviles han experimentado un aumento del 8% respecto al ejercicio anterior, lo que refleja el creciente problema de la falta de atención al volante. La DGT ha puesto en marcha campañas específicas y ha endurecido las sanciones, subiendo los puntos que te quitan del carné y la cuantía de la multa. Lo que antes podía ser una simple sanción, ahora te puede dejar con pocos puntos en un abrir y cerrar de ojos.
Pero el móvil no es el único protagonista en este ascenso. Otras pantallas se han incorporado a la conducción, y las denuncias por manipularlas al volante han aumentado en más de un 55%, mostrando un notable incremento en las multas provocadas por el uso de la tecnología.
Otro tipo de sanción que ha subido es la de conducción negligente. Esta es una categoría un poco más amplia, que engloba comportamientos como los cambios de carril bruscos sin señalizar, no mantener la distancia de seguridad o, en general, cualquier maniobra que ponga en peligro a otros conductores o peatones.
Las multas por no identificar al conductor también han subido. Si te llega una multa a casa y no eras tú quien conducía el coche, tienes la obligación de identificar a quien estaba al volante. Si no lo haces, la multa se multiplica y es mucho más grave. Esta es una forma de asegurarse de que el responsable de la infracción sea sancionado de forma correcta.
Las multas que se están reduciendo

Aunque el panorama de las multas pueda parecer desalentador, hay algunas buenas noticias. Algunas infracciones que antes eran muy comunes han visto cómo su incidencia ha disminuido.
Una de las más destacadas es el descenso de las multas por conducir bajo los efectos del alcohol. Los controles de alcoholemia son cada vez más frecuentes y visibles, y las campañas de concienciación parece que han calado en la sociedad. La gente sabe que el alcohol y la conducción son una mezcla peligrosa, y cada vez más optan por alternativas como el transporte público o designar a un conductor que no beba. Este descenso es, sin duda, una gran noticia, ya que el alcohol es una de las principales causas de accidentes graves en nuestras carreteras.
También han bajado las multas por circular sin la ITV en regla. Aunque sigue siendo una de las infracciones más comunes, el hecho de que su número se haya reducido es un indicativo de que los conductores están prestando más atención al mantenimiento de sus vehículos.La conclusión es sencilla: conducir de forma segura no es solo respetar los límites de velocidad. Es estar al 100% en la carretera, sin distracciones, sin prisas y con una actitud responsable.