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martes, 2 septiembre 2025

¿Sabes qué es un «coche limón»? En Estados Unidos lo tienen muy claro

El país cuenta incluso con una ley que se aplica a los vehículos denominados de esta manera.

En Estados Unidos se toman muy en serio la calidad de los automóviles, y por eso han acuñado un nombre para los coches que nada más salir de fábrica empiezan a tener fallos. Los llaman coche limón, porque tener uno así es como cuando alguien muerde un limón, una experiencia bastante amarga.

No obstante, en el país existe una ley específica, la Lemon Law, que se pone del lado del comprador y obliga al fabricante a entregar un coche completamente nuevo o devolver todo el dinero que se ha pagado, sin excusas ni trámites interminables. La pregunta es, ¿qué pasa si esto te ocurre en España? ¿Existe un escudo tan eficaz para protegerte?

La pesadilla de comprar un “coche limón”

comprar un coche
Fuente: Agencias

Cuando compras algo nuevo, y más algo tan costoso como es un coche, esperas que funcione a la perfección. La ley te ampara con una garantía, pero una cosa es un fallo puntual que se arregla y no vuelve a dar problemas, y otra muy distinta es un vehículo que parece haber nacido con un problema crónico. Un fallo grave que afecta a su uso normal o a su valor, y que por más que los mecánicos lo intenten, no consiguen solucionar de forma definitiva.

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No se trata de un simple desajuste, sino de problemas serios que te hacen perder la confianza en el coche. Un motor que se para sin previo aviso, una caja de cambios que no funciona bien o un sistema de frenos que da errores intermitentes. Cuando esto sucede, el vehículo deja de cumplir su función principal y el contrato de compraventa, en el fondo, se ha roto. Has pagado por un producto fiable y te han entregado uno defectuoso. A este tipo de vehículos es a lo que al otro lado del Atlántico bautizaron como «coche limón».

El término «coche limón» es un concepto legal bien definido en Estados Unidos. Se refiere a un vehículo nuevo (y en algunos estados, también de segunda mano) que presenta un defecto de fabricación que no se puede reparar tras un número razonable de intentos. La clave está en las palabras «sustancial» y «razonable», que no se dejan a la libre interpretación, sino que están marcadas por la ley.

Un defecto sustancial es aquel que perjudica gravemente el uso, el valor o, lo más importante, la seguridad del vehículo. No es una luz de cortesía que no funciona, sino un problema que te puede dejar tirado en la autovía o comprometer tu integridad.

En cuanto al número razonable de intentos de reparación, las leyes estatales conocidas como «Lemon Laws» consideran que se ha cumplido este requisito si ocurre una de estas dos cosas:

  1. El mismo defecto grave ha sido llevado a reparar cuatro o más veces sin éxito durante el primer o segundo año de vida del coche.
  2. El vehículo ha pasado un total de 30 días o más en el taller por una o varias averías durante su primer año.

Si un coche cumple estos criterios, es oficialmente declarado un » coche limón”, y el fabricante tiene que afrontar las consecuencias.

¿Qué pasa si te toca un «coche limón» en España?

avería coche limón
Fuente propia

¿Existe una «Ley Limón» en España? La respuesta rápida es que no. No tenemos una legislación específica con unos criterios tan claros y definidos como los de Estados Unidos. Esto no significa que estés desprotegido, pero el camino para hacer valer tus derechos es, por lo general, más largo y complejo.

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En España, la protección al comprador se rige por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y la normativa sobre garantías. Desde el 1 de enero de 2022, la garantía de cualquier producto nuevo, coches incluidos, es de tres años. Durante los dos primeros años, además, se presume que cualquier fallo que aparezca es un defecto de origen, por lo que no tienes que demostrar nada; es el vendedor quien tiene que probar que el fallo se debe a un mal uso por tu parte.

Si tu coche nuevo presenta un defecto, tu primer derecho es exigir la reparación o sustitución del vehículo. Por norma general, es el vendedor quien elige la opción que le resulte menos costosa. Solo si la reparación no es efectiva, si no se realiza en un plazo razonable o si te causa inconvenientes mayores, puedes solicitar una rebaja en el precio o, en el caso más extremo, la resolución del contrato, que implicaría la devolución del coche y la recuperación de tu dinero.

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El problema fundamental en España radica en la subjetividad de la ley. ¿Cuál es un plazo razonable? ¿Qué se considera un inconveniente mayor? La ley no lo define con la misma precisión que la «Lemon Law» americana. No hay un número de visitas al taller o de días inmovilizado. Esto abre la puerta a la interpretación y, a menudo, a la disputa con el vendedor o el fabricante.

Como actuar si te ha tocado un «coche limón»

OCU coche
Fuente: OCU

Si te encuentras en esta situación, la clave es la constancia. No desesperes, pero actúa con un método bien definido. Lo más importante es que construyas un historial sólido que demuestre el calvario que estás viviendo.

Lo primero es documentarlo todo, cada llamada, correo electrónico y visita al taller. Guarda todas las órdenes de reparación, donde debe constar la fecha de entrada y salida del vehículo, los kilómetros y una descripción detallada del problema que tienes y de la intervención que realizan. Si puedes, graba vídeos del fallo cuando se produzca.

Cuando la vía amistosa con el servicio de atención al cliente de la marca se agote, es hora de pasar a una comunicación más formal. Envía un burofax al vendedor y el fabricante exponiendo la situación, detallando el historial de averías y reparaciones, y exigiendo una solución definitiva, ya sea la sustitución del vehículo o la resolución del contrato.

Si aun así no obtienes respuesta, el siguiente paso es buscar asesoramiento. Organizaciones de consumidores como la OCU o FACUA pueden orientarte sobre tus derechos y los pasos a seguir. En última instancia, puede que necesites la ayuda de un abogado especializado para llevar tu caso ante los tribunales.

Es un camino arduo, pero si tienes la razón y un historial bien documentado, tus posibilidades de éxito aumentan de forma considerable. Saber que, aunque no tengamos una «Ley Limón», la ley te ampara, es el primer paso para luchar si te ha tocado un “coche limón”.

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