Durante años, millones de conductores en Europa han confiado en sus coches diésel como una opción duradera, económica y resistente. Pero ahora, la Unión Europea está decidida a declararles la guerra. Con el pretexto de reducir los accidentes y las emisiones contaminantes, podría dejar a millones de diésel antiguos fuera de circulación. La gran purga ha comenzado.
En la diana, los coches con más de diez años, especialmente diésel sin filtro de partículas. Aunque camufladas como medidas para mejorar la seguridad vial, el objetivo de la iniciativa es más agresivo: sacar del juego a todo vehículo que no cumpla con los estándares medioambientales más estrictos. Incluidos los millones de coches que circulan a diario en España y aún funcionan perfectamente.
3¿Cuánto cuesta adaptarse?
Aquí entra en juego otro aspecto decisivo: el coste económico. Instalar un filtro de partículas nuevo puede costar entre 1.000 y 3.000 €, según el modelo. Pero incluso con ese sistema instalado, muchos diésel más antiguos podrían no lograr cumplir con los umbrales de emisiones impuestos desde Bruselas. El resultado es claro: esos vehículos acabarán en el desguace.
Para muchas familias, especialmente en tiempos de incertidumbre económica, esta es una carga inasumible. Su coche sigue funcionando perfectamente, ha pasado la ITV y cubre sus necesidades, pero de pronto se convierte en un vehículo ‘proscrito’. La única alternativa real es comprar un coche nuevo o más moderno. Pero no todos pueden permitírselo.