Todo conductor debe ser consciente de que la matrícula de su vehículo no solo es un elemento obligatorio, sino también un identificador único que permite a las autoridades y otros conductores reconocerlo en carretera. La misma actúa como el «DNI» del coche y su estado de conservación es crucial para garantizar la correcta identificación. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto su limpieza y mantenimiento, lo que puede derivar en una sanción económica considerable.
La DGT establece que circular con una matrícula en mal estado es motivo de multa. Si está sucia, rota, doblada o desgastada hasta el punto de que los números y letras no sean legibles, la infracción es considerada grave. La multa correspondiente asciende a 200 euros, aunque no implica la retirada de puntos del carnet de conducir. No obstante, si el pago se realiza en los 20 días naturales posteriores a la notificación, se aplica un descuento del 50%, reduciendo la sanción a 100 euros.
¿Cuánto cuesta mantener bien una matrícula?

Cabe destacar que cambiar una deteriorada es un proceso sencillo y económico. El coste aproximado de una placa nueva homologada ronda los 20 euros, lo que la convierte en una inversión mínima en comparación con la multa. Además, numerosos talleres y establecimientos especializados ofrecen este servicio, permitiendo su sustitución rápida y sin complicaciones. Esto resalta la importancia de revisar periódicamente el estado para evitar sanciones innecesarias.
Más allá de la negligencia, hay casos en los que la manipulación de la matrícula se realiza de manera intencionada. Algunos conductores recurren a pegatinas reflectantes u otros dispositivos con el objetivo de evitar que los radares capten su identificación. Esta práctica es una infracción mucho más grave que simplemente llevarla sucia o deteriorada. De ser detectada, la sanción puede alcanzar los 6.000 euros y conlleva la retirada de seis puntos del carnet de conducir.
Las consecuencias de tener una matrícula sucia

Además de la multa y la pérdida de puntos, un vehículo con matrícula manipulada puede ser inmovilizado por las autoridades, obligando al propietario a corregir la situación antes de poder volver a circular. En estos casos, el coche puede ser trasladado a un depósito municipal hasta que se solucione el problema, lo que genera un coste adicional para el conductor infractor.
En definitiva, mantenerla en buen estado no solo evita multas, sino que también garantiza el correcto funcionamiento de los controles de tráfico y la seguridad vial. Es una responsabilidad de todos los conductores revisar su vehículo periódicamente y asegurarse de que todos sus elementos identificativos sean legibles y estén en regla. Un gesto tan sencillo como limpiar puede evitar sanciones innecesarias y contribuir a una conducción responsable.