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lunes, 29 septiembre 2025

Antonio (51), profesor de autoescuela: «Así puedes conducir como Fernando Alonso bajo la primera lluvia otoñal»

Las primeras gotas son las más peligrosas en carretera, porque se mezclan con la suciedad del asfalto y reduce la adherencia de los neumáticos.

El pasado 22 de septiembre le dimos la bienvenida al otoño, una de las épocas más lluviosas del año. Y con esta nueva estación, llega también un riesgo más a las carreteras, porque si la lluvia de por sí es peligrosa, las primeras gotas que caen sobre el asfalto lo son todavía más.

Esa mezcla de agua con el polvo que se acumula en la carretera, las hojas de los árboles y los restos de aceite (u otras sustancias) de los coches hacen que el asfalto deslice mucho. Por eso, estos días preocupan mucho a los expertos en seguridad vial.

Antonio, profesor de autoescuela con amplia experiencia, lo tiene claro: «El primer día de lluvia es el que más accidentes provoca». Normalmente, la ‘culpa’ la tiene el exceso de confianza, porque creemos que las primeras gotas de agua no son peligrosas o no van a afectar al vehículo, y ocurre justo lo contrario.

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El ejemplo de Fernando Alonso es bueno, porque es uno de los pilotos más rápidos en seco, pero también es bueno en mojado, y precisamente se debe a la anticipación, saber leer el asfalto y controlar el coche. Lógicamente, salvando las distancias con la carretera, es lo que todos deberíamos hacer con lluvia.

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Cómo anticiparte a la lluvia en carretera

guardia civil errores lluvia
Fuente: propia / IA

Uno de los mayores errores es el exceso de confianza y pensar que porque el coche tenga ABS, ESP o asistentes de tracción ya estás protegido ante cualquier circunstancia. No todos los conductores lo saben, pero el asfalto es más peligroso cuando caen las primeras gotas que cuando ya ha llovido fuerte y hay charcos. La suciedad que se acumula en la carretera se mezcla con el agua y crea una película que multiplica el riesgo de perder adherencia.

Por eso, la primera regla que puedes aplicar es reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Si en seco tenemos que dejar al menos dos segundos de distancia con el coche de delante, con lluvia tiene que ser, como mínimo, el doble. Es la única manera de evitar una colisión por alcance.

El segundo consejo pasa por vigilar los neumáticos. Revisa que la presión esté dentro de los niveles que recomienda el fabricante y comprueba que el dibujo esté por encima de los 3 mm (el mínimo legal es 1,6 mm, pero por debajo de 3 mm ya es un riesgo para la seguridad). Circular con las ruedas muy desgastadas hace que no puedan evacuar el agua de forma adecuada y aumentan el riesgo de sufrir aquaplaning con lluvia.

Y otro consejo de los profesionales es recurrir al freno de mano en descensos prolongados. Bajar de marcha permite controlar la velocidad sin castigar los frenos, que en mojado tienden a perder eficacia más fácilmente. Por tanto, el mejor consejo posible es que te anticipes a lo que ocurre por delante y frenes antes de lo que lo harías habitualmente.

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