La unidad número 001 de la serie limitada de 40 ejemplares del Bugatti Bolide se pondrá a la venta el próximo 15 de agosto en Pebble Beach, con una estimación de hasta 6 millones de dólares (casi 5,2 millones de euros), si bien resulta imposible saber si la puja que haga bajar el mazo será aún más elevada.
Y es que hay coches que nacen para ser inalcanzables… y luego está el Bugatti Bolide, que llevó esa filosofía al extremo. Esta creación de la firma francesa es un radical hiperdeportivo biplaza de 1.600 CV exclusivo para rodar en circuito. A pesar de su elevado precio base, los 40 ejemplares programados para su producción fueron vendidos en privado antes incluso de que el público general pudiera ver el vehículo.
El próximo 15 de agosto, durante la Monterey Car Week, el primer ejemplar de esta corta producción, el chasis número 001, será subastado por Gooding & Company en Pebble Beach. Es, literalmente, la primera oportunidad que tiene cualquier mortal de hacerse con uno de estos monstruos de fibra de carbono sin tener que formar parte del círculo de clientes VIP de Bugatti.
El Bugatti Bolide es un monstruo del circuito sin (apenas) concesiones
El Bugatti Bolide no un hiperdeportivo más. Su motor W16 de 8,0 litros desarrolla 1.177 kW (1.600 CV) usando combustible de competición de 110 octanos, una cifra sólo al alcance de los modelos más extremos “dopados” con una electrificación de la que el Bolide carece; y es que otra de las características del Bugatti más incuestionablemente rápido y salvaje de todos los tiempos es que no está hibridado. La única fuente de energía aquí es la gasolina, quemada en las 16 cámaras de combustión de su motor de cuatro tiempos mientras 32 de sus 64 válvulas abren paso a todo el caudal de oxígeno que sus cuatro turbocompresores son capaces de bombear.

La potencia generada por la última iteración del motor W16 fabricado (que se despide de la producción con este modelo) se traslada a las cuatro ruedas tras desmultiplicarse en una caja de cambios de embragues alternos y siete velocidades. Con un peso de apenas 1.240 kilos, presenta una relación peso-potencia de 0,775 kilos por CV, gracias a la cual puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,17 segundos.
Su velocidad punta está limitada electrónicamente a 380 km/h, y las simulaciones de Bugatti sugieren que su versión de pre-producción (más ligera y potente que la versión definitiva, y sin esa limitación de velocidad) podría completar una vuelta al Nürburgring Nordschleife en 5:23,1, una marca que lo situaría entre los coches más rápidos jamás cronometrados en el Infierno Verde.
Bugatti no ha oficializado ese intento de atacar la vuelta rápida en Nürburgring. No la hecho nunca, en realidad, con ninguno de sus modelos, pero sí hemos podido ver el Bolide rodando en el circuito alemán gracias al piloto y creador de contenido ruso Misha Charoudin, que copilotó el Bugatti Bolide durante un par de vueltas a la variante moderna del circuito compartiendo pista con un puñado de deportivos (incluidos varios Porsche 911 GT3) que parecían literalmente parados en las rectas y claramente más lentos en las curvas.
Ahora bien, a pesar de que este superdeportivo está enfocado exclusivamente para su uso en pista, sin apenas concesiones a la comodidad y sin tener que cumplir los requerimientos para ser homologable en carretera, nunca será el automóvil más rápido en Nürburgring, ya que ni en las simulaciones de Bugatti era capaz de batir el tiempo del Porsche 919 Hybrid Evo.

La oportunidad de una vida (para muy pocos) de hacerse con un Bugatti Bolide
El ejemplar que se subasta está acabado en French Racing Blue con detalles en fibra de carbono Nocturne Black, siguiendo la decoración del prototipo original. No es precisamente un coche de salón: tiene 389 millas (626 km) en el cuentakilómetros, todas ellas acumuladas en circuito, lo que no debería restar valor al vehículo.
Cuando fue lanzado al mercado, sus afortunados propietarios tuvieron que desembolsar al menos 4 millones de euros por cada unidad, pero las estimaciones para la subasta apuntan a que podría alcanzar los 6 millones de dólares (5,2 millones de euros). Se trata de una estimación nada descabellada teniendo en cuenta que los Chiron subastados hasta ahora se han vendido por entre 2,3 y 3,3 millones de euros, conservando su valor a pesar de tratarse de automóviles claramente menos exclusivos.
La razón de este incremento de valor es, por tanto, sencilla: El Bugatti Bolide es uno de los hiperdeportivos más extremos jamás construidos y, hasta ahora, era completamente imposible conseguir uno. Bugatti vendió toda la producción antes de que el Bolide saliera de fábrica, siguiendo la estrategia habitual de la marca de ofrecer sus modelos primero a sus clientes más fieles.
El Bugatti Bolide monta el último motor W16… y el más potente
El Bugatti Bolide será el último automóvil fabricado con motor W16, lo que añade un valor adicional al vehículo. Nacido en 2005 para propulsar al Bugatti Veyron, el mítico propulsor de 16 cilindros seguía el esquema de cuatro filas de cuatro cilindros (W) con sólo dos culatas ampliamente probado a menor escala por el grupo Volkswagen en sus VR5, VR6 y W8.

Sobrealimentado por cuatro turbocompresores, el propulsor comenzó rindiendo 1.000 CV, y en su versión más potente llegó a prometer 1.850 CV, si bien nunca alcanzó la producción en serie, “conformándose” con 1.600 CV en el caso de este Bugatti Bolide. El W16 ha sido instalado en los Bugatti Veyron, Chiron, Divo, Centodieci, Mistral y Bolide, así como en los prototipos Audi Rosemeyer, Bugatti Vision Gran Turismo y Bentley Hunaudières.
El Bugatti Bolide representa todo lo que Bugatti puede hacer cuando no tiene que preocuparse por homologaciones, emisiones o comodidad. Es la expresión pura del “¿y si…?” que se plantearon los ingenieros de Molsheim cuando se liberaron de todas las restricciones. Para los afortunados que puedan permitirse pujar por él, no solo estarán luchando por comprar un automóvil. Estarán intentando adquirir un pedazo de historia, uno de los últimos representantes de una era dorada que está llegando a su fin.