La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una obligación que todos los vehículos deben cumplir en algún momento de su vida útil. La frecuencia de esta revisión varía según la antigüedad del vehículo. En líneas generales, los automóviles y las motocicletas deben someterse a la ITV cuatro años después de su matriculación inicial. Luego, la inspección se repite cada dos años hasta que el vehículo cumple una década, momento en el que la ITV se convierte en un requisito anual. Para los vehículos industriales, existe una programación de revisiones más frecuente.
Si realizas modificaciones significativas en tu vehículo o si sufre un accidente que afecta a componentes estructurales, también deberás pasar la ITV para verificar su estado. Sin embargo, desde mayo, se han introducido dos nuevas pruebas en este proceso de inspección. A lo largo de este artículo, te proporcionaremos información detallada sobre cómo preparar tu vehículo para superar con éxito estos dos nuevos exámenes de la ITV.
3Preparación general para la ITV
Al preparar tu vehículo para la ITV, debes asegurarte de que todos los sistemas y componentes cumplan con los estándares de seguridad y emisiones requeridos. Esto incluye, entre otros aspectos, el estado de la carrocería y el chasis, la visibilidad a través de las lunas y el parabrisas, el funcionamiento adecuado de las luces y señalizaciones, y la eficiencia de los dispositivos de frenado. También es fundamental verificar el estado del motor, la dirección, los ejes, las ruedas y los neumáticos, así como otros componentes específicos dependiendo del tipo de vehículo.
La preparación adecuada de tu vehículo para la ITV implica asegurarse de que todos estos elementos estén en buenas condiciones. Además, es crucial atender a las nuevas pruebas de eCall y OBFCM que se han incorporado recientemente al proceso de inspección. Mantener tu vehículo en óptimas condiciones no solo garantiza tu seguridad en la carretera, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente.
