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lunes, 7 julio 2025

El precursor de los cámper cumple más de 50 años

Los cámper están en auge y cada vez son más las personas que optan por un vehículo de estas características para disfrutar de viajes con todas las comodidades y el mayor espacio posible. Existen en una variedad de tamaños y precios, desde la lujosa Airstream Interstate, la Protec Q18 hasta la robusta EarthRoamer XV-HD. Las ventajas de viajar en autocaravana son numerosas, sobre todo desde el punto de visto económico si pensamos que no se debe gastar en hospedaje.

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Hay numerosos fabricantes y especialistas en este tipo de vehículos, pero pocos saben que Mini tuvo su propia versión, gracias al carrocero británico Wildgoose con sede en Worthing, Reino Unido. A principios de la década de 1960, esta empresa del sur de Inglaterra fabricó una de estas con características muy especiales destinadas a «parejas de jubilados que desean una vida libre de preocupaciones». En total, se produjeron 60 unidades entre los años 1963 y 1968.

¿Cómo se fabricó y qué características tenía la primera cámper?

¿Cómo se fabricó y qué características tenía la primera cámper?

Usaron una Mini BMC como base de fabricación y se ofrecía en tres kits de conversión diferentes, con precios que oscilaban entre las 445 y 601 libras. La Wildgoose también estaba disponible como un producto terminado, con la conversión ya realizada, sin necesidad de proporcionar tu propio Mini. Además, el equipamiento de esta autocaravana era todo un lujo para la época, permitiendo a los pasajeros viajar cómodamente durante largas distancias.

Con apenas 34 CV, era capaz superar velocidades de más de 100 kilómetros por hora, aunque esto no era una preocupación para sus ocupantes. Este vehículo tenía capacidad para cuatro adultos y estaba equipado con una cocina de gas, un fregadero, una cama de matrimonio, cortinas, numerosos espacios de almacenamiento y un techo elevable que se activaba eléctricamente. Bajo el capó, montaba un motor de cuatro cilindros con 850 cc y 34 CV, suficiente para viajar con comodidad. Podía alcanzar una velocidad máxima de 112 km/h, aunque lo habitual era circular a unos 80 km/h.

Más detalles del primer cámper

Más detalles del primer cámper

Opcionalmente, cada cliente podía añadir un portaequipajes, un compartimento para la rueda de repuesto, espejos laterales extendidos, literas tipo hamaca y un mejor aislamiento para la cabina. El interior tenía un diseño sencillo, con cuatro asientos en la parte delantera y un salpicadero que solo incluía el clásico velocímetro de la marca de Gran Bretaña. El techo elevable, una de las opciones disponibles, aumentaba considerablemente el espacio interior, haciendo que no tuviera nada que envidiar a los modelos actuales.

Hoy en día, la mayoría de los ejemplares fabricados han desaparecido, aunque algunos aún se encuentran en buenas condiciones y circulando por las carreteras. Recientemente, se descubrió un rarísimo MINI Wildgoose que no había sido restaurado y fue subastado a un coleccionista dispuesto a pagar una buena suma de dinero. Sin embargo, es evidente que este vehículo tan especial está destinado a convertirse en una rareza.

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