comscore

Porsche Cayenne Coupé. Bendito sacrificio

Porsche incrementa su oferta de vehículos SUV con esta atractiva versión de su exitoso Cayenne, que estrena el apellido Coupé.

Los cambios de estilo son fácilmente reconocibles. Y los necesarios para acentuar la deportividad en parado de este SUV, que incluso es 13 milímetros más largo y 18 más ancho que un Cayenne normal. Varía la inclinación de su luna delantera, la caída de su techo -20 milímetros más bajo-, el diseño de su zaga terminada en un alerón activo… Y para rematar la jugada, Porsche añade llantas de 20 pulgadas -de 21 en el Turbo, y de hasta 22 en opción para cualquier versión-.

Ese diseño transmite dinamismo, garantizado además con las tres opciones mecánicas disponibles por ahora, pues las variantes híbridas enchufables parecen estar a punto de hacer acto de presencia.

Una vez en su interior, todo recuerda al Cayenne. Y eso no es ninguna queja, porque transmite solidez, calidad, ergonomía… Típicamente Porsche, con una gran pantalla central y el cuentavueltas -analógico, por supuesto- frente a nuestra mirada, escoltado por dos pantallas de 7 pulgadas.

En marcha sorprende. Y mucho.

Tanto, que nunca creerías que estás sentado a semejante distancia del asfalto. La puesta a punto es sensacional, con mínimos balanceos -de serie hay amortiguadores adaptativos- y un aplomo sensacional. Tanto, que sus más de dos toneladas se disimulan a la perfección. Pero al frenar hay que tenerlo en cuenta, sobre todo en la versión básica. Aunque si eso es un problema, incluso puede contar con el equipo carbocerámico.

El motor, con un único turbocompresor -el Cayenne S Coupé lleva dos- es una maravilla y ofrece muy buenas prestaciones; de hecho, pensaríamos con detenimiento si es buena idea desembolsar los 71.812 euros de más que vale el Turbo, pues sus 550 CV sólo podrás aprovecharlos en línea recta; y es que a nivel dinámico cualquiera puede equipar suspensión neumática o frenos PSCB -de acero, con mayor diámetro, pinzas delanteras de 10 pistones, recubrimiento de wolframio…-, que son de serie en el Turbo.

Ahora bien, ojo lo que corre este último, porque deja en evidencia a muchos deportivos que son 40 centímetros más bajos. Su avanzado chasis puede estar equipado con la tecnología de 48 voltios, necesaria para sistemas como la dirección en el eje posterior o las estabilizadoras activas, elementos que mejoran aún más su excelente dinámica.

Y por si nos van las excursiones, incluso nos ofrecen un paquete off-road.

Detrás sí hay más diferencias frente a un Cayenne normal, pues para disimular esa menor altura la banqueta va 30 milímetros más baja y tiene una configuración de dos asientos. Aunque la quinta plaza es opcional sin coste. Y utilizable, pues en realidad hay mucho espacio en todas sus cotas.

También se pierde maletero, pero aún sigue conservando 625 litros -770 tiene un Cayenne-, lo que no esta nada mal.

Y también es más caro que un Cayenne, pero ten en cuenta que equipa de serie techo panorámico -fijo-, paquete Sport Chrono, servodirección Plus, suspensión activa… Todos, opcionales en un Cayenne normal.