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viernes, 13 diciembre 2024

Porsche 911 993 Turbo S. Está como el primer día

La escalofriante cifra de 899.900 dólares, el equivalente a unos 807.000 euros al cambio actual, es lo que un concesionario de Beverly Hills está pidiendo por este inmaculado Porsche 911 Turbo S de la generación 993 y fabricado allá por 1997. No cabe la menor duda de que se trata de una importante cuantía económica, pero es que este 911 no es una pieza cualquiera.

Para comenzar ten en cuenta que se trata de un Turbo S que ha pasado la mayor parte de sus 23 años de vida estacionado, porque en todo ese tiempo ha recorrido tan solo 532 millas, lo que vienen a ser unos 856 kilómetros. Eso equivale a poco más de 37 kilómetros anuales.

Una combinación cromática poco habitual

Por si fuera poco, se dice que es el único 993 Turbo S acabado en color Wimbledon Green y con un interior en Nephrite Green. Y esta combinación, además de darle un toque exclusivo al deportivo de Zuffenhausen, luce tan brillante como el día que salió de la fábrica.

Semejante criatura esconde un corazón 3.6 Bóxer de seis cilindros y refrigerado por aire (los 993 fueron los últimos 'aircooled' de los 911), al que se añadía un turbocompresor KKK-K24 para alcanzar unos sorprendentes 450 CV de potencia, que se quedaban en 424 CV cuando cruzaban el océano por las normativas anticontaminación de Estados Unidos. Conectado a un cambio manual y a un sistema de tracción a las cuatro ruedas, este deportivo presumía de poder acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y de alcanzar los 297 km/h de velocidad punta.

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Además de por los diferentes emblemas exteriores, diferenciar a los Turbo S del resto era sumamente sencillo, porque eran los únicos con cuatro terminales de escape o con las pinzas de freno acabadas en color amarillo.

Esta unidad en concreto tampoco está nada mal equipada, porque en su día fue encargado con asientos eléctricos y con calefacción, paquete interior de fibra de carbono, techo solar, cargador de CD y se decidió eliminar de fábrica sus asientos posteriores.