Los chicos de Zuffenhausen mostraron al mundo entero en otoño de 1964 al digno sucesor del legendario Porsche 356. Aquel deportivo con motor bóxer suspendido por detrás del eje posterior y con un diseño innovador era el Porsche 901. Si, has leído bien. Sin embargo, cuando llevaba unas pocas semanas en producción, la firma alemana recibía una demanda de Peugeot por utilizar una denominación con tres dígitos, siendo el central un cero.
Porsche actuó rápido y finalmente nació el legendario 911. Sin embargo había unas cuantas unidades que salieron de la factoría de Zuffenhausen todavía con la denominación 901 y la propia firma alemana no contaba con uno de ellos en su sensacional museo.
La unidad número 57
Pero ahora eso es historia, pues un programa de televisión alemán dedicado a descubrir antigüedades y objetos de interés, encontró en un granero este Porsche, que no se encontraba precisamente en este estado. El propio programa contactó con Porsche para conocer el origen de este ejemplar y descubrieron que contaba con el número de chasis 300.057, por lo que este ejemplar fue fabricado en octubre de 1964 y se trataba precisamente de la unidad 57, por lo que era un 901 y no un 911.
La propia firma alemana decidió adquirirlo y restaurando utilizando únicamente componentes originales, tanto en la carrocería, como en el interior, sin olvidarnos del motor, la transmisión o el sistema eléctrico. Por eso un equipo de expertos necesitó nada menos que tres años de trabajo para devolverlo a su esplendor de cuando salió de fábrica hace ya 53 años.
Ahora este legendario Porsche 901 es una digna pieza de museo, donde precisamente está aparcado.
