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Porsche 550 RS Spyder. A subasta uno de los 90 fabricados

En un par de semanas se celebra el evento Goodwood Revival, y aún con la última subasta de Pebble Beach resonando en nuestra cabeza, nos ponemos a mirar en lo que la prestigiosa casa de subastas Bonhams ofrecerá a aquellos amantes de los automóviles y con cuentas corrientes saneadas en este evento.

Sólo fabricaron 90 unidades

Una de las piezas que el próximo día 10 de septiembre buscarán un nuevo hogar será este singular Porsche 550 RS Spyder, de los que el fabricante de Stuttgart sólo fabricó 90 piezas. Bonhams lo ofrecerá en su estado actual, por lo que requiere algo de cariño y si puede ser, nada mejor que una completa restauración para dejarlo en un estado de colección, tal y como se merece una criatura de su talla. Aún así, esta máquina fabricada en el año 1956 y con el número de chasis #550 0090 atraerá a los coleccionistas más importantes y acaudalados de medio mundo, quienes estarán dispuestos a desembolsar entre 4,7 y 6,2 millones de libras por esta criatura, lo que equivale a pagar entre 5,5 y 7,2 millones de euros.

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Recordemos que el Porsche 550 RS Spyder fue el primer vehículo de competición desarrollado por Porsche. Contaba con un chasis tubular de acero, sobre el que se acoplaba una pequeña carrocería que estaba fabricada por completo en aluminio, de forma que este deportivo tan sólo pesaba 590 kilos en seco. Decimos lo de pequeña, porque el Porsche 550 RS Spyder sólo medía 3,60 metros de largo, 1,55 metros de ancho y apenas levantaba 1,01 metros del suelo.

Con 110 CV alcanzaba 220 km/h

Para moverse apostaba por un sencillo motor bóxer de cuatro cilindros y 1,5 litros de cilindrada que generaba apenas 110 CV de potencia. Aún así, esta máquina de carreras presumía de alcanzar una velocidad punta de 220 km/h y contaba con una transmisión manual de 4 velocidades.

Aunque no brillaba precisamente por su potencia, el Porsche 550 RS Spyder presume de palmarés en competición, con una victoria en el año 1956 en la legendaria Targa Florio. Además el piloto Hans Hermann acabó en tercera posición en la carrera Panamericana, que como señaló en su momento, se batía en duelo con otros 75 coches más potentes que el suyo y consiguió vencer a 73 de ellos.

Si todo esto ya es suficiente como para considerar al Porsche 550 RS Spyder una criatura digna de colección, su aura de pieza clave en el automovilísmo se incrementa cuando lo asociamos al nombre del actor James Deam, quien falleció en un accidente mientras conducía su apodado «little bastard».