En los últimos años, la Policía Local se ha encargado de hacer respetar la ley de tráfico y las normas de aparcamiento. No respetar estas normas supone, en muchas ocasiones, la retirada del vehículo infractor.
La cuantía de la multa varía en función de la infracción cometida, aunque, en algunos casos, la Policía Local se ve en la obligación de llevarse el vehículo. Esta situación puede convertirse en realmente incómoda para el conductor y la pregunta que está en la mente de todos es, ¿qué hago si me han quitado mi coche?
En el presente artículo se analizará de forma profunda el tema de la retirada de vehículos por infracción del código de circulación.
3El trámite en la Oficina de Tráfico
Una vez localizado el vehículo, hay que contactar con la autoridad competente para encontrar la mejor manera de recuperarlo. Esto suele hacerse a través de la presentación de una solicitud en la Oficina de Tráfico. En esta solicitud, el conductor debe especificar el motivo del retimiento y detalles sobre el vehículo retirado, como por ejemplo el número de matrícula, el nombre del propietario y el número de teléfono.
Después de que el trámite se haya completado, hay que esperar a recibir una respuesta de la autoridad competente. Normalmente, la autoridad concederá al conductor una prórroga para retirar el vehículo a través del pago de los cargos y gastos ocasionados. Si el pago se realiza a tiempo, el vehículo será liberado y el conductor podrá continuar con su camino.
Desde que la Unión Europea ha empezado a implementar diversas medidas para aumentar la seguridad vial, los cambios legislativos en el área del tráfico se han hecho cada vez más frecuentes. Estos cambios ayudan a mejorar la seguridad en la carretera y también inciden directamente en la retirada de vehículos.
Una de las leyes recientes que se han implantado en muchos países europeos es la normativa sobre la conducción bajo los efectos de drogas o alcohol. Esta ley estipula un nuevo límite de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, lo cual es aproximadamente la media de consumo aceptable para la conducción segura. Cualquier persona que sea sorprendida conduciendo bajo los efectos de alcohol en exceso se enfrentará a una junta de tráfico y a una posible retirada del vehículo.