En esas gélidas mañanas de invierno, cuando las temperaturas nocturnas parecen haberse confabulado contra tus prisas matutinas, el parabrisas de tu coche se convierte en un lienzo helado que exige tu atención. El hielo, ese enemigo silencioso que cubre las lunas del vehículo, no solo es molesto, sino que también pone en jaque tu seguridad al volante. Sin embargo, hay buenas noticias: una sencilla pócima casera puede convertirse en tu mejor aliada para combatir la escarcha de forma rápida y económica.
1La pocima de vinagre y agua.
El arma secreta que muchos conductores están descubriendo tiene dos ingredientes que probablemente ya tengas en casa: vinagre blanco y agua. Según expertos de la empresa británica Windscreen Wipers , esta mezcla sencilla es sorprendentemente efectiva. La fórmula es clara: combina 125 mililitros de vinagre blanco con 375 mililitros de agua en un pulverizador de 500 mililitros. ¿El secreto? El ácido acético presente en el vinagre. Este compuesto químico actúa reduciendo el punto de congelación del agua, dificultando la formación de hielo en los cristales del coche.
Una vez lista la mezcla, tienes dos opciones de uso. Puedes pulverizarla sobre el parabrisas por la noche, antes de que bajen las temperaturas, creando una especie de escudo químico que evita la formación de escarcha. Si prefieres hacerlo por la mañana, la mezcla también te será útil: al rociarla directamente sobre el hielo, este se derretirá casi de inmediato, ahorrándote valiosos minutos y el esfuerzo de rascar.