Si no estás muy familiarizado con el mundo de la competición al otro lado del océano es probable que el nombre de Richard Petty no te suene absolutamente de nada. Sin embargo, que sepas que se trata de uno de los pilotos americanos más emblemáticos y exitosos de toda la historia, porque en su palmarés nos encontramos con siete campeonatos de NASCAR, siete victorias en las 500 Millas de Daytona… Triunfos algunos conseguidos al volante del legendario Plymouth Superbird, aunque no precisamente del que ahora van a sacar a subasta los chicos de Mecum en el impresionante evento que organizan en Kissimmee.
Como no podía ser de otra manera, Petty también puede presumir de contar con una sensacional colección de vehículos de todo tipo, donde no podía faltar el legendario Plymouth Superbird de color azul con el que compitió en NASCAR. Aunque no era el único de su colección, ni el único expuesto en el museo que lleva su nombre, porque esta unidad que ahora mismo tienes delante de tus ojos es otro de ellos y además, el único que Petty tuvo debidamente homologado para poder circular por la calle.
Petty tuvo este Plymouth Superbird durante 11 años
Hablamos en pasado porque este inmaculado Plymouth Superbird del año 1970 fue adquirido por Petty en el año 1982, para finalmente venderlo en el año 2013. No fue precisamente un vehículo que estuvo mucho tiempo parado, porque el piloto americano lo disfrutó de lo lindo. Muestra de ello es que acumula 28.394 millas, el equivalente a unos 45.695 kilómetros. Pero aún así tiene el honor de lucir como recién salido de fábrica, porque en el año 2014 fue debidamente restaurado por la compañía Petty’s Garage, quien emitió una factura de 26.900 dólares (25.800 euros) por los trabajos realizados. Que no fueron pocos.
Tanto es así que hace ya más de 10 años sacaron el motor y la transmisión de este Plymouth Superbird para ser debidamente revisados, además de para aprovechar y volver a pintar por completo el vehículo en su original color Alpine White. También se pulieron todos los elementos cromados de su carrocería, colocar un techo de vinilo negro nuevo… Y rematar con la firma del propio Petty en el maletero. Aunque también se encuentra presente en un interior donde sus asientos originales se han vuelto a tapizar y a decorar con un bordado específico y con una frase de Petty en la que se puede leer: ‘¡Cuida mi coche!’
Bajo su capó esconde un 7.2 V8 con 395 CV de potencia
Durante toda su vida, este inmaculado Plymouth Superbird se ha convertido en protagonista de varios programas de televisión al otro lado del océano como MTV Cribs, My Classic Car y Stacey David’s Gearz. Y como no podía ser de otra manera, esta maravilla de la ingeniería de la que la casa americana tan solo fabricó 1.935 unidades a lo largo del año 1970, conserva su corazón V8 Super Commando, que no es otro que un inmenso bloque con 440 pulgadas cúbicas (7.2 litros) capaz de generar alrededor de 395 CV de potencia, enviados todos ellos a sus dos ruedas traseras por medio de un cambio automático con tres velocidades.
No todos los días se tiene la oportunidad de hacerse con uno de estos impresionantes Plymouth Superbird, cuyo claxon emitía el caracteristico bip-bip, en honor al legendario correcaminos, el dibujo animado de la Warner en que se inspiraba esta obra de arte, que en esta ocasión está asociada al nombre de uno de los pilotos más laureados en Estados Unidos, lo que multiplica su encanto… Y también su precio.
Este Plymouth Superbird apunta directo al millón de dólares
Tanto es así que los especialistas de Mecum Auctions, quienes lo van a sacar a subasta el próximo 18 de enero en Kissimmee, estiman que por este inmaculado Plymouth Superbird se van a pagar entre 900.000 y 1.000.000 de dólares, cuantía que puedes traducir como entre 860.000 y 960.000 euros al cambio actual. Y que como te podrás imaginar, es superior a la que se ha pagado por muchos de sus hermanos en los últimos años.