A este singular Plymouth Superbird Road Runner le venimos siguiendo la pista desde diciembre de 2016, pues fue entonces cuando los chicos de Mecum anunciaron que se iba a convertir en una de las piezas clave de la subasta que iban a realizar en el mes de enero de este año. No obstante esperaban alcanzar los 450.000 dólares (unos 377.000 euros) por semejante máquina fabricada en el año 1970.
Ahora vuelve a Las Vegas
Pero las pujas realizadas no fueron suficientes para que cambiara de manos y ahora vuelven a anunciar que lo llevarán a la subasta que Mecum organiza el mes que viene en Las Vegas. Su precio se desconoce pero seguro que se mantiene cercano al original y ya están rezando para que levante una mayor expectación en la «ciudad del juego».
Este exclusivo Plymouth Superbird fue fabricado en el año 1970 y lo que le hace verdaderamente especial es que se mantiene en su estado original a pesar de tener 47 años de vida. Y es que la pintura Tor Red de su carrocería es la misma con la que salió de la factoría, al igual que su interior tapizado en vinilo de color negro o el propulsor 426 Hemi. Se trata de un corazón 7.0 V8 atmosférico que era capaz de generar 425 CV de potencia y 660 Nm de par motor, el cual está conectado a una transmisión automática Torqueflite 727 de tres velocidades.
El más rápido por aquellos entonces
Gracias a todo ello este «muscle car» se convirtió en uno de los más rápido de la historia, porque podía realizar el cuarto de milla den menos de 14 segundos y también alcanzar velocidades de 240 km/h.
Esta criatura mantiene su documentación original, incluyendo la factura de compra, donde se detallan opciones como las ventanillas eléctricas, las llantas Rallye de 15 pulgadas o los cinturones de seguridad. Lo que no era opcional por aquellos entonces eran los inconfundibles dibujos del legendario «correcaminos» de Warner Brothers que decoraban su carrocería, cuyos derechos hicieron que Plymouth pagara a los estudios 50.000 dólares por aquellos entonces. Muy bien amortizados.
