comscore
martes, 19 agosto 2025

El Peugeot 403, el coche del teniente Colombo, cumple 70 años

Hay coches que sobreviven al tiempo, y hay otros que, incluso oxidados, conservan la dignidad de una época. El Peugeot 403 es uno de ellos. Aunque muchos lo recuerdan por su aparición en la serie ‘Colombo‘, como el destartalado descapotable del teniente más perspicaz de la televisión, lo cierto es que este modelo encarna mucho más que un guiño nostálgico: fue el automóvil que consolidó la reputación global de Peugeot en la posguerra, un ‘world car’ avant la lettre que combinaba elegancia, robustez y versatilidad.

Peugeot 403: diseñado por Pininfarina

Presentado el 20 de abril de 1955 en el Palacio del Trocadero de París, con la Torre Eiffel como telón de fondo, el 403 representó un salto de modernidad para la marca del león. Fue el primer modelo de la familia 400 tras la Segunda Guerra Mundial y marcó el inicio de una etapa dorada para Peugeot. Su diseño, obra del célebre estudio italiano Pininfarina, destilaba equilibrio y sobriedad, alejándose de los excesos estilísticos de la época para apostar por líneas limpias, proporciones armoniosas y curvas suaves.

En sus primeros años, el 403 lucía con orgullo un león cromado sobre el capó, símbolo de poder y tradición. Sin embargo, las nuevas normativas de seguridad lo reubicaron en el centro de la parrilla a partir de 1959. Un cambio estético que no afectó su identidad: el 403 ya se había ganado el corazón del público francés, y pronto el del mundo entero.

Publicidad

Aunque se trataba de un vehículo de gama media, el 403 ofrecía prestaciones propias de segmentos superiores. Su comportamiento en carretera era excelente, gracias a una suspensión bien calibrada y un ángulo de giro que facilitaba la conducción urbana.

Peugeot 403
Foto: Peugeot.

Una cama improvisada en el interior

Pero donde realmente rompió moldes fue en el confort interior. Los asientos eran ajustables en altura e inclinación —una novedad para la época— y podían convertirse en una cama improvisada, lo que la marca francesa no dudó en utilizar como argumento en sus campañas publicitarias.

En cuanto a instrumentación, el 403 no se quedaba atrás: contaba con amperímetro, indicador de temperatura, nivel de combustible, luz de aceite y un reloj que destacaba por su precisión, un detalle que hablaba de su aspiración a competir con vehículos más lujosos.

Bajo el capó, equipaba una fiable mecánica de 1.5 litros que entregaba 58 CV y le permitía alcanzar los 125 km/h. En 1958, se convirtió también en pionero al ser la primera berlina francesa en ofrecer una versión diésel, con un motor Indenor de 1.8 litros y 48 CV, dirigido a quienes buscaban eficiencia y durabilidad.

Peugeot 403: una gama variopinta

Pero quizá la mayor virtud del Peugeot 403 fue su versatilidad. No se limitó a una única carrocería, sino que se ofreció como berlina, familiar, furgoneta y pick-up, adaptándose a todo tipo de necesidades. El 403 Familiale, con capacidad para nueve pasajeros, fue un precursor de los actuales SUV y monovolúmenes.

Por su parte, la versión pick-up se hizo especialmente popular en África, donde su fiabilidad, facilidad de mantenimiento y robustez lo convirtieron en una herramienta de trabajo imprescindible.

Publicidad

Fabricado en más de una docena de países —incluidos Argentina, Uruguay, Sudáfrica, Filipinas o Australia—, el Peugeot 403 fue un auténtico vehículo global antes de que ese término se hiciera común en la industria. Con este modelo Peugeot consolidaba una larga historia de automóviles a sus espaldas. No en vano es la marca más antigua, aunque comenzó fabricando bicicletas (aquí más información).

Un coche de cine

Peugeot 403
Foto: Peugeot.

Su presencia cultural también es notable. Además de su papel estelar en ‘Colombo’, fue parte del paisaje cinematográfico europeo de los años sesenta, apareciendo en clásicos como ‘Al final de la escapada’ (1961), dirigida por Jean-Luc Godard, y más recientemente en películas como ‘El señor Ibrahim y las flores del Corán’ (2003) o ‘El verano que vivimos’ (2020).

Publicidad

El Peugeot 403 no fue un coche ostentoso, pero sí fue un coche querido. Representó una nueva forma de entender la movilidad: práctica, fiable, accesible y elegante. Setenta años después de su debut, sus líneas aún conservan una belleza silenciosa, esa que, como decía Rodin, permanece incluso en las ruinas de lo hermoso.

Publicidad