Este año se cumplen tres décadas de uno de los spots publicitarios más icónicos y memorables en la historia de la marca PEUGEOT: el protagonizado por nada menos que Ray Charles, conocido mundialmente como el Padre del Soul, presentando y conduciendo el espectacular PEUGEOT 306 Cabriolet. Este anuncio, que ha quedado grabado en la memoria de muchos, es una muestra perfecta de cómo la publicidad puede trascender el tiempo y seguir siendo relevante y emotiva años después.
Peugeot 306 Cabriolet, un icono en su día
El PEUGEOT 306 Cabriolet, diseñado con la firma inconfundible de Pininfarina, es considerado uno de los automóviles descapotables más atractivos de los años 90. Durante su época dorada, este vehículo se ganó un estatus de premium gracias a su equipamiento superior, que incluía opciones como la tapicería de cuero y una capota que podía ser del color de la carrocería o una capota rígida en las versiones finales antes de que su producción terminara en 2002.
Bajo el capó, el PEUGEOT 306 Cabriolet ofrecía una amplia gama de motores, desde el 1.6 gasolina de 90 CV hasta el 2.0 que desarrollaba 123 CV en la versión de 8 válvulas y 135 CV en la versión de 16 válvulas. Con un total de 77.750 unidades fabricadas en sus nueve años de vida comercial, este modelo de la marca gala fue todo un éxito en su categoría.
El anuncio en cuestión se filmó en el impresionante escenario del Gran Lago Salado de Utah, en Estados Unidos. Este lugar, conocido por sus vastas y planas extensiones, ofrecía un entorno seguro y sin riesgos para la filmación. La dirección estuvo a cargo del talentoso director francés Gerard Pirès, reconocido por su trabajo en películas como ‘Taxi’ (1998), protagonizada por el PEUGEOT 406, ‘Riders’ (2002) y ‘Héroes del Cielo’ (2005), que mostró su habilidad para capturar la esencia de la velocidad y la emoción en la pantalla.
El Padre del Soul al volante del Peugeot 306 Cabriolet
La elección de Ray Charles como protagonista no fue casual. Ciego desde los siete años, Charles aportaba una dimensión adicional de emoción y sensaciones al anuncio. En lugar de centrarse únicamente en el diseño elegante del PEUGEOT 306 Cabriolet, el spot se enfocó en transmitir la experiencia sensorial de conducir.
El anuncio comienza no con una vista del automóvil, sino con las manos del artista recorriendo la carrocería, los retrovisores y acariciando el volante. La revelación del vehículo completo solo ocurre cuando Ray Charles se sienta en el asiento del conductor, un acto simbólico que desafía las expectativas sobre lo que una persona ciega puede hacer.
Este anuncio evoca la célebre cita de Antoine de Saint-Exupéry en ‘El Principito’: “Lo esencial es invisible a los ojos”. La película publicitaria demuestra esta verdad con la expresión de felicidad de Ray Charles conduciendo el PEUGEOT 306 Cabriolet por el Gran Lago Salado. Actualmente la marca DS cuenta con una serie especial Antoine de Saint-Exupéry.
Placer sensorial
Su sonrisa abierta y sincera, similar a la que muestra al interpretar sus clásicos como ‘Georgia on My Mind’, comunica el placer de conducir de una manera que ningún eslogan podría lograr. Es un recordatorio de que las verdaderas emociones y las experiencias genuinas son las que permanecen en nuestra memoria.
En conclusión, este anuncio no solo celebra el 30 aniversario de un modelo icónico, sino que también nos recuerda el poder duradero de la publicidad emocional y cómo un momento bien capturado puede trascender el tiempo. El PEUGEOT 306 Cabriolet y Ray Charles juntos crearon algo más que una campaña publicitaria: crearon un legado de emoción, elegancia y libertad que sigue siendo relevante hasta hoy.